Quebrantahuesos y Treparriscos
1 Quizá el cambio de fecha y el posible de recorrido puedan retraer a algunos, pero todo son incógnitas. Cuando a nivel nacional y mundial no hay hojas de ruta claras, nadie sabe lo que puede pasar a todos los niveles. Cuando hay graves problemas ocasionados por el COVID-19, parece que preocuparse y agitarse por el ciclismo y por las pruebas ciclodeportivas suena mal; no tiene mucho sentido. Si hablamos de actividades lúdicas, se suspenden fiestas de enorme prestigio, congresos, conciertos, etc; en deportes, el gran motor del fútbol no sabe qué hacer y en ciclismo, ni Tour ni Vuelta tienen nada seguro.
2 A los participantes, que por un momento se pongan en la piel de los organizadores y, sin exigir, sí ofrezcan comprensión, respeto, ayuda y en muchos casos en lugar de reembolso pidan aplazar. Sin el apoyo de todos, el sistema se nos cae.
3 Algunos pueden no estar perfectamente preparados, pero la QH no es profesional. Si no se puede ir a 35 km/h, pues se va a 25 km/h disfrutando de los paisajes y el esfuerzo.
4 ¿Los alojamientos estarán preparados?, ¿Qué viajes podrán hacerse? Todo son incógnitas.
5 Habrá que esperar decisiones, estudiar, ver en los nuevos escenarios como quedamos y lo que hay que modificar. Tocará reinventarse. Nosotros seguimos trabajando, remando a tope con la ilusión y esperanza de no morir llegando a la orilla.
7 A las autoridades, más que pedir, lo que podemos es ofrecer esfuerzo, trabajo, respetar sus decisiones y cumplir sobre todo lo relativo a la salud y la seguridad.