Pasada de frenada
Hablamos con el catalán -que reparte su tiempo con Euskadi donde vive su novia- dos días antes de la Vuelta a Burgos. Allí retomaba la competición este joven valor del Caja Rural-Seguros RGA, que con 22 años muestra una madurez llamativa.
¿Qué esperas del retorno del ciclismo profesional en la Vuelta a Burgos y de ti en concreto? Un nivel muy alto. Hables con quien con hables, todos coinciden en lo rápido que van entrenando. El otro día me lo comentaba Alex Aranburu. Yo también tengo datos que no había alcanzado nunca, que luego tocará refrendar en competición.
¿Crees que se podrá completar el calendario fijado para 2020? Está complicado si piensas que debía volver a competir en el Trofeo Agostinho portugués y lo anularon a falta de dos días. Hará falta cuidar todos los detalles y ser muy meticuloso. Burgos será la carrera que más rara se hará, sin duda; luego se irá normalizando.
¿Has pensado durante este periodo: 'menos mal que me ha pillado en profesionales'? Sí (sonríe) Se me ha pasado por la cabeza. Me he acordado de toda la gente que estaba para dar el salto de categoría y se ha topado con una situación que les puede cambiar la vida. Es muy duro psicológicamente.
¿De dónde viene tu afición por el ciclismo? ¿Esperabas llegar hasta aquí? Empezó mi hermano mayor, seguí yo y después el pequeño. Ellos lo dejaron y ahora ni siquiera montan en bici, aunque siempre que pueden me animan en las competiciones. Comencé en escuelas, me fue bastante bien y aquí estoy, pero de pequeño ni miraba el ciclismo por la tele. Me gustaba correr y no pensaba en nada más. En mi familia tenemos granjas y mi sueño era ser granjero. Mi padre me dice que aproveche la bicicleta al máximo que lo de casa siempre estará ahí.
Tres palabras para definirte como ciclista. Generoso, fuerte y combativo.
¿Y como persona? Tu carácter va relacionado a cómo eres sobre la bici. Me considero generoso y amable, aunque si es necesario también me hago respetar.
¿Cuando corrías en el Compak quién se fijó en ti y te llevó al Caja Rural-Seguros RGA? Entrenaba con David de la Cruz, que había corrido en Caja Rural y me dio el contacto de Rubén -Martínez-. La tercera temporada de sub23 fiché por Caja RuralSeguros RGA tras un debate con mi entrenador, que no lo veía claro porque el equipo solía pasar a profesionales a la gente del norte. Hoy en día me dice que menos mal que no le hice caso.
¿Eras buen estudiante? No, siempre me costó bastante. Hice un grado medio de administración para no dejar los estudios a los 16.
Los ciclistas a los que más admiras y alguno al que veas semejanzas contigo. Mi referencia es David de la Cruz. He entrenado siempre con él y es en quien más me he fijado. Froome, Contador o Valverde son muy buenos, pero a quien más admiro es a De
la Cruz. Soy rápido en finales que pican para arriba, subidas de 1 o 2 km. En esas llegadas reducidas puedo hacerlo bien. Así que Valverde, Gonzalo Serrano, Aranburu... de ese tipo de ciclistas.
¿Cómo recuerdas pasar en pocos días de disputar la Copa de España sub23 a competir ante
Froome, Nibali y compañía? El año pasado fue como estar en una nube. Me tiré una semana durmiendo poco por los nervios cuando me dieron la noticia. Disputar el Tour of the Alps con una participación de tanto nivel y encima poder coger una fuga fue un sueño hecho realidad. En 2020 ya me veo más ubicado en la categoría, como me dicen los directores del equipo.
¿Cuándo se verá el mejor Joel Nicolau en profesionales? Espero que queden unos cuantos años para eso, significará que la progresión continúa. Resulta complicado hacer un pronóstico, aunque en el ciclismo español es habitual que los corredores maduren más tarde que en otros países, como por ejemplo en Colombia.
¿Celebrar tu cumpleaños en la víspera de Nochebuena tiene más cosas positivas o negativas? Mmm... (se lo piensa) Negativas. Acabas con un regalo menos porque se junta con el Tió y los Reyes Magos. Son fechas muy bonitas, aunque complicadas para celebrarlo. Pero también me gusta.
¿Cuál ha sido tu mejor y tu peor día sobre la bicicleta? El mejor, este año en el Saudi Tour cuando certifiqué el triunfo en la clasificación que gané. Subir a un podio profesional fue una satisfacción especial. No sabría decirte uno negativo en concreto. Muchos días pasas miseria, pero son todos por el estilo. Justo antes del parón, en la Clásica de Ardèche salió una jornada de penuria y pese a ir bien de fuerzas, me quedé frito con el frío y tuve que bajarme.
La canción que te ha atrapado últimamente es... La Jeepeta. Suelo escuchar bastante variado, entre reguetón, música electrónica y así.
¿Qué recomendarías a un visitante que se acerque a tu pueblo, Llofriu (Girona)? Llofriu es como un barrio apartado de Palafrugell. El casco antiguo es bonito, pero pequeño. Lo suyo es verlo y luego pasar la tarde en alguna de las playas.
El compañero ideal para irse de vacaciones. Me he hecho muy amigo de Jon Irisarri, con quien suelo entrenar. Cuadros, Serrano..., hemos formado un grupito majo.
¿Dónde habría que buscarte fuera de temporada? Normalmente en casa, echando una mano a mi padre en las granjas. Mi novia está estudiando y tocará esperar para que podamos salir de viaje.
Una manía incurable para terminar. Me gusta hacer las cosas a mi manera y limpiar también a mi manera. Cuando como amateur estaba en la casa del equipo la tenía impoluta. Me marchaba a competir y los demás no eran tan perseverantes en las tareas (ríe).
Foto
Miguel Ángel Chico Luis Ángel Gómez/Photo Gomez Sport