"Fue un todo o nada"
"Me encuentro tremendamente exhausto -afirmaba el belga a la conclusión-. Todo el mundo en el grupo delantero tenía buenas piernas, pero siempre creí en mí y en mi plan. Aceleré en el último sector y aproveché mi técnica para cobrar ventaja. Fue un todo o nada que afortunadamente funcionó". El de Siena fue el duodécimo triunfo profesional de Van Aert en carretera, el más importante hasta esa fecha -una semana después se impondría en San Remo- en cuanto a pruebas de un día de un palmarés donde también hay cabida para una etapa del Tour de Francia y tres del Critérium du Dauphiné, o la general de la Vuelta a Dinamarca de hace dos años.
"Ganar esta carrera era un objetivo para mí y me hace sentirme muy feliz -declaró-. Vivo para este tipo de competiciones y en esta en concreto tenía confianza tras ser dos veces tercero". Con una cuarta posición en el Mundial de ciclocross del pasado febrero en Dübendorf, el corredor de Herentals afrontaba en la clásica toscana el segundo día de competición de la temporada. Únicamente se le había podido ver en el Omloop Het Nieuwsblad (11º), donde el del Jumbo-Visma se mostró activo pero lejos de la lucha por la victoria.