Especial
A medio camino entre una bicicleta de competición y una gran fondo, la Basso Astra es una bici peculiar que sobresale por el exquisito cuidado que la marca aplica en todos los detalles.
Gran fondo parece, muy deportiva es. Permitidnos este juego de palabras para definir a la Basso Astra, una bicicleta con una geometría que coquetea con las bicis de gran fondo, por su pipa de dirección alta y sus cotas de reach y stack, pero que en la carretera tiene un comportamiento que muy poco, o nada, tiene que ver con la mayoría de bicicletas gran fondo que hay actualmente en el mercado.
Si la tendencia es presentar modelos todouso, con capacidad de colocar cubiertas muy anchas, sistemas de suspensión, etc., Basso se desmarca apostando por una bici que está orientada al ciclista real, es decir, a aquel que busca una bici que se sienta rápida y viva para hacer rutas de varias horas, pero que no le obligue a llevar una postura radical como si de un ciclista profesional se tratase. Por eso, la marca italiana propone una bici que comparte similitudes con sus modelos Diamante y Diamante SV -si lo que buscas es una posición muy tumbada, échales un vistazo-, pero con un carácter propio definido por la utilización de un carbono menos avanzado -Torayca T700 y MR60, en vez de Toray T1000 y T800- que suma peso, pero que permite a Basso configurar un cuadro menos exigente.
Hemos vestido a esta Astra con un Campagnolo Chorus -regresar a los cambios nítidos ha sido un placer- y con componentes a la carta, por lo que el peso de serie será ligeramente superior. De cualquier manera, estará por debajo de los 8 kg en la versión con ruedas de aluminio, una cifra notable -con los discos nos hemos malacostumbrado a sumar más de 500 g- si la comparamos con otras bicis más caras. Ha sido nuestra compañera en un viaje de una semana con rutas largas en Pirineos ascendiendo Tourmalet, Aubisque, Hautacam, Luz Ardiden... y bajándolos, claro, una situación donde se muestra estable y ofrece un manejo sencillo por su postura y en la que hemos podido disfrutar de las magníficas manetas Campagnolo
Chorus, con una curvatura, compartida con los demás modelos, que facilita el frenado. También hemos rodado con ella por carreteras en mal estado y por alguna pista en un viaje con alforjas y ha cumplido con creces, demostrándonos que es una bici de plenas garantías para el cicloturista deportivo.