PREPARACIÓN FÍSICA
Este tiempo complicado que nos ha tocado vivir es un buen momento para dar ese paso que llevas años rumiando y no te acabas de atrever. Entrenar por potencia puede ser el revulsivo que andabas buscando.
Saca partido a tu potenciómetro con la ayuda de Chema Arguedas.
Chema Arguedas
Luis Ángel Gómez/Photo Gomez Sport
Al final de una temporada, por norma general el cicloturista busca una motivación extra que le permita encarar la próxima con ilusión. Sin este ingrediente quizá sea más complicado superar los imponderables que puedan ir surgiendo por el camino.
Unos añadirán gimnasio, cuando nunca han pisado uno; otros un día más, aunque sea en el rodillo; algunos contratarán a un nutricionista o a un entrenador... Salir de la zona de confort puede ser un plus de motivación. Es más, algunos no han terminado la presente temporada y ya están pensando en la siguiente. Y en 2020 con más razones, ya que nos hemos visto privados de la libertad a la que estamos acostumbrados y se han cancelado casi la totalidad de pruebas.
Y una de las motivaciones que se está poniendo de moda en el entrenamiento es el cambio de la referencia que siempre se ha empleado. La evolución se encamina a utilizar los vatios en lugar de las pulsaciones. Son cada vez más los cicloturistas que van adquiriendo un potenciómetro. Y en muchos casos se convierte en el revulsivo deseado.
Pero hay ciclistas que aun haciendo la inversión, al ser un cambio tan radical y surgirles tantas dudas, dejan de darle uso e incluso se desprenden del aparato. En este artículo intentaremos aclarar las dudas más presentes al iniciarse con la potencia para que no te suceda a ti.
¿LAS ZONAS DE FRECUENCIA CARDIACA SON EQUIPARABLES A LAS DE POTENCIA?
Spoiler: No son equiparables.
De momento, ante cualquier estímulo, el comportamiento de la frecuencia cardiaca se presenta con mucho más retraso respecto a la potencia, con lo que esto implica. Esto en condiciones normales, sin tener en cuenta la gran cantidad de factores por los que puede verse influenciada como son la deshidratación, el cansancio, la enfermedad, los niveles de glucosa, etc. Por el contrario, la potencia es instantánea y, sólo por ello, ya cambia mucho a la hora establecer las zonas de entrenamiento.
Tenemos que añadir que el comportamiento de las pulsaciones a lo largo de una sesión de entrenamiento puede variar más o menos en función de la adaptación cardiovascular del ciclista. Vamos a ver un caso práctico en el que se observa esta adaptación cardiovascular a lo largo de la temporada.
Ejemplo de un mismo ciclista al inicio de temporada y unos meses más tarde cuando arranca un segundo pico de forma. Mismo entrenamiento de resistencia aeróbica en Z2.