Pasada de frenada

La joven pucelana de 21 años, que milita en 2020 en el Massi-Tactic, viene de conseguir una meritoria tercera plaza en el Campeonato de España sub-23 contrarreloj. Inquieta, habladora y muy expresiva, la brava ciclista castellana responde sin tapujos a las preguntas de Ciclismo a Fondo.

Enhorabuena por ese bronce en la crono de los Nacionales. ¿Te lo esperabas? No es que me lo esperara, pero llevaba mucho tiempo trabajando para subir al podio. Ese era mi objetivo, hacer una crono decente con los datos que tenía que dar. Es el resultado de este año, pero también de otros anteriores con cambios en los entrenamientos, etc. No iba con idea de terminar tercera, pero sí pretendía completar una buena contrarreloj.

Este año has cambiado de equipo. ¿Qué tal en el Massi-Tactic? Es un equipo pequeño. Está en su segundo año, pero va creciendo con calma y me siento muy contenta. Nos queda ir aprendiendo a todos poco a poco. La organización con la que cuentan y cómo nos tratan hace que no exista ni una queja. El calendario que tenemos -o teníamos- era bueno, pero en 2020 ya sabemos que todo resulta muy complicado.

¿Qué recomendarías a alguien que se acerque a tu Valladolid para disfrutar de un finde turístico? Que se recorra la ciudad entera. Tiene de todo. Puedes ver el parque Campo Grande o los pueblos de los alrededores como Urueña y su Castillo. El centro de Valladolid es mi zona favorita, o la parte del río que recorre toda la ciudad.

¿Por qué te dio por la bicicleta? Por mi padre, que suele salir en bici. Me sacaba a pedalear todos los fines de semana y siempre le pedía que me llevara a ver sitios nuevos. Un día fuimos a una gincana que organizaba una escuela de ciclismo. Me encantó, me apuntó, hice varios años en escuelas allí y hasta hoy.

Sobre la situación del ciclismo femenino... ¿sobre ruedas o con cosas por cambiar? Siempre con cosas por cambiar. Vamos a matacaballo, pero si miras a tres o cuatro años para atrás, sí que ha habido cambios positivos, aunque todavía hay cosas cogidas con pinzas.

¿Qué tal llevas la nueva normalidad por el Covid-19? El confinamiento me ha hecho ser más aplicada, sobre todo en lo que se refiere a los entrenamientos. Me ha permitido aprender que tengo que convivir con esto y que debo aprovechar el día a día, que es lo que te vas a llevar. Afortunadamente, no me han tocado desgracias cerca.

¿Con quién entrenas si estás por Pucela? Con mucha gente. A veces salgo sola, pero siempre intento ir bien rodeada. Grupetas tengo varias: los Cazapavos, que me estiran el cuello igual que la grupeta de la UVa, con Vicente Hernáiz, sub-23 del Kometa, en la que vamos haciendo tras-Vicente; con él hablo mucho. También con Álvaro, uno de mis mejores amigos, con mi padre, con Anna Pujol y contigo, Rafa, cuando te dejas ver...

¿Cómo te definirías como persona? ¿Y como ciclista? Me considero una persona bastante inquieta, tanto dentro como fuera del pelotón. Me gusta ser alguien de confianza, con quien se pueda trabajar. También creo que soy bastante alegre e intento sacar el lado positivo de las cosas, lo que no quita que me comporte de forma realista y sepa cuál es mi sitio.

¿Con qué ciclista masculino o femenino te irías de cena para contarle lo mucho que le admiras? Me iría con Marianne Vos. He corrido con ella, pero no me he acercado nunca del respeto que me provoca. Sólo me digno a observarla -risas-, aunque me encantaría hablar con ella. De chicos te diría Philippe Gilbert. Con él tengo una foto después de la Madrid Challenge y estaba muy feliz -más risas-. Me encantaría que me contara sus aventuras.

¿Aquella carrera de ensueño en la que nunca imaginaste que participarías fue...? ¿Cómo la recuerdas? Lo primero fue un Mundial como júnior y luego la Madrid Challenge, que fue la primera prueba World Tour que disputé en mi vida, siendo sub-23 de primer año. El año pasado participé en la Ronde van Drenthe en los Países Bajos. Fue un carrerón que me marcó donde estuve rodeada de las mejores. No logré acabarla y quiero regresar allí para poder quitarme la espinita clavada.

Menciona una manía de esas que ya no te vas a quitar en la vida. Soy un poco maniática con que la bici vaya perfecta, en especial en las cronos. Tengo que verlo todo mil veces, aprenderme el recorrido, las curvas, hasta las alcantarillas... ¡Todo! -carcajada-. Para las cronos soy muy friki y en la bici tiene que ir todo al milímetro. No me gusta que suene algo, enseguida lo noto.

¿Qué metas te pones en el ciclismo? Mi meta es llegar a ser ciclista profesional. Poder vivir de ello durante un tiempo, dedicarme al cien por cien y ojalá ser una ciclista reconocida, con logros, buenas carreras y combativa.

Foto

Rafa Simón Luis Ángel Gómez/Photo Gomez Sport