Suiza renace
Transcurridos ya cuatro años desde la retirada de Fabian Cancellara, y sin que el buen rendimiento de presumibles alternativas como Silvan Dillier o Stefan Küng haya alcanzado una regularidad deseable como para catapultarles al primerísimo plano, el ciclismo helvético se ha topado de golpe en este Tour con el alumbramiento al más alto nivel de la figura de Marc Hirschi. El todavía corredor sub23
-nacido en agosto de 1998- del Sunweb se convirtió por derecho propio en una de las revelaciones y estrellas de la carrera gracias a su papel desarrollado de principio a fin. Su botín al acabar contó con una victoria de etapa -Sarran-, un segundo lugar
-Niza-, un tercero -Laruns- y el premio al supercombativo en el podio parisino, después de haber ganado las distinciones diarias de esa clasificación en las referidas jornadas de Laruns y Sarran y en la 18ª con final en la Roche-sur-Foron, donde una caída le impidió optar a un posible segundo éxito y le apartó de la lucha por la clasificación de la montaña.
En paralelo a la excelencia mostrada por sus compañeros de equipo, uno de los más fuertes y organizados a la hora de disputar los parciales donde la general quedaba en un segundo plano, Hirschi mostró un sorprendente grado de fuerza y seguridad que le permitió triunfar, pero que seguramente y lo que es más importante, le acabó enseñando un par de buenas lecciones a la