La racha continúa
Por segundo número consecutivo tras su brillante estreno en el Tour de La Provence, Davide Ballerini se ha ganado merecidamente un destacado en las crónicas competitivas de la que está siendo su mejor temporada profesional. Con un corto bagaje de apenas un ciclo de clásicas belgas disputadas hasta ahora -el de 2019 vivido en las filas de Astana-, el lombardo del Deceuninck-QuickStep obtuvo en la meta de Ninove su mejor victoria de siempre. "Si me lo dicen hace un mes me hubiese reído, ni siquiera tenía que estar aquí. El aplazamiento de la Vuelta a la Comunidad Valenciana obligó a replantear mi calendario y sabía que estaba bien, pero no me imaginaba esto. La única pena ha sido la ausencia de público", apuntaba tras su tercera diana del año en apenas cinco días compitiendo. París-Roubaix y Gante-Wevelgem se presumen como teóricos objetivos de este primer ciclo estacional, donde parece definitivamente integrado en la dinámica ganadora de su equipo. "La segunda se adapta muy bien a mis características, pero Roubaix es Roubaix.
En mi casa tengo colgado un póster de Franco Ballerini ganándola; es mi sueño". En meta, el italiano dedicaba palabras de agradecimiento a sus compañeros, en especial al campeón mundial. "Han sido fundamentales, sobre todo Alaphilippe. Han creído en mí y me han dado la fuerza para vencer".