Bien asesorado
►En el día previo a la competición, Kasper Asgreen, que cumplió 26 años en febrero, recibió una llamada de ánimo acompañada de algún consejo de su compatriota Rolf Sorensen, hasta este año único vencedor danés del Tour de Flandes, que anduvo acertado a la hora de aportarle un punto extra de motivación. "Que alguien así te dé esa clase de confianza lo valoré mucho. Me dijo que me veía como ganador el domingo y resultó muy importante", afirmaba poco después. Pese a problemas iniciales en forma de una caída de la que salió bastante bien parado y con un cambio de bicicleta como única consecuencia, el corredor del Deceuninck-QuickStep supo, como es habitual en la formación, servirse del trabajo colectivo a la hora de plantear el asalto a la victoria. "Estando en cabeza Alaphilippe y yo, pudimos jugar ambas bazas y plantear contraataques".
Al final, en su mano a mano frente a Van der Poel, supo manejar la situación de cara a adaptarla lo mejor posible a sus características, con la inestimable ayuda de Tom Steels desde el coche. "Permanecí a rueda el último kilómetro completo y lancé la llegada desde lejos. Era lo que más me convenía y funcionó". Sólo dos años después de debutar en la prueba con una prometedora segunda posición, llegaba la confirmación para este corredor de singular trayectoria deportiva frente a otros parámetros bastante más habituales en el pelotón actual: a edades tempranas practicó la hípica antes de pasarse a su actual montura de carbono.