Moto enlaces, labor esencial
Lo primero agradecer a Ciclismo a Fondo la oportunidad de dar voz a un acontecimiento que tuvo lugar hace tres años y que recientemente he revivido con las imágenes del Giro de Italia con la caída de Mikel Landa tras llevarse Joe Dombrowski a un señalista. Es curioso que no haya trascendido el nombre del que se posicionó delante de la isleta para señalizarla. Gracias también a los lectores, por dedicar unos minutos de su tiempo a esta carta.
Hace tres años cubristeis la noticia de mi accidente en una carrera sub-23. Soy Yolanda Caballero Rey, presidenta del Club Gernikako Motobizi Txirrindulari Elkartea, y señalizando una isleta en medio de la calzada fui arrollada por parte del pelotón. A consecuencia de ello sufrí fractura de clavícula, cinco costillas rotas, fractura de la apófisis espinosa y un neumotórax bilateral. El accidente fue tan grave que me evacuaron en helicóptero. Tan solo estaba haciendo mi trabajo cuando sucedió ese fatídico accidente. A veces me pregunto qué hubiera sido del pelotón si no hubiera estado señalizando aquel punto. Quizá estaríamos lamentando la muerte de algún ciclista. Afortunadamente eso no fue así, pero yo quedé mal parada. Llevo tres operaciones, decenas de consultas médicas con especialistas y cientos de horas de rehabilitación.
En el día a día mi sostén es mi madre, una labor constante e incombustible, los 365 días del año. Ha sido y es mis brazos, por lo que no puedo acabar sin dedicar unas palabras a mi madre y decirle gracias Amatxu, has sido mi combustible para seguir viviendo y para continuar luchando. En la vida puedes sufrir de dos tipos de dolores: uno el que te hace fuerte y otro que te hace inútil, y yo apuesto por el primero.