El ciclista que siempre está
En medio de numerosos rumores sobre su futuro, entre ellos uno que le sitúa en Movistar Team, el eslovaco del Bora-Hansgrohe estaba firmando un meritorio Giro hasta que llegó el desagradable episodio de la 18ª etapa que echó un borrón a su segunda participación en la prueba. Una victoria de etapa en Foligno y la maglia ciclamino conforman el botín con el que finaliza la Corsa Rosa un ciclista del que algunos dicen que ha vuelto, mientras él afirma que nunca se fue. "Todo el mundo dice que Sagan ha vuelto, pero nunca me fui. Siempre estoy aquí", decía tras imponerse en la primera etapa en línea del Tour de Romandía.
"Gana Sagan, gana el ciclismo". Es una frase muy repetida entre los aficionados que vibran con los éxitos de un ciclista todo carisma.
A base de inteligencia y pundonor saca el máximo rendimiento a sus posibilidades, sabiéndose inferior a los mejores velocistas en el cuerpo a cuerpo. Mientras otros abandonaban -Merlier, Ewan, Nizzolo...-, él sufría en las montañas y arañaba puntos en cada volata para consolidar una clasificación de la regularidad que conquista por primera vez en el Giro y suma a las siete del Tour.
Rondó la victoria en los primeros sprints masivos -5º en Novara, 3º en Canale y 4º en Cattolica- antes de levantar los brazos en la 10ª etapa, rematando con una potencia que recordó a la de sus mejores tardes el trabajo de un equipo que siempre busca que las cosas ocurran. Porque Bora-Hansgrohe limpió de velocistas el pelotón en la subida a Valico della Somma -Groenewegen, Merlier y Nizzolo cedieron- para facilitar la labor al eslovaco, que superó al sprint a Gaviria y Cimolai. Era su segunda victoria en el Giro -tras la que lograra el año pasado en Tortoreto-, la 18ª en grandes vueltas y la 117ª de su trayectoria profesional. Números de un ciclista que desde hace doce años siempre está.
Tercero en el sprint de Verona, cinco días después, en la última oportunidad para los velocistas camino de Stradella, cometió un error que ensombreció en parte su buen Giro. En la etapa maratón, con una veintena de ciclistas intentando consolidar la fuga, Sagan subió a cabeza del pelotón para impedir que siguieran con la persecución y abortaran la escapada. Prueba de que renunciaba a una posible victoria de etapa a cambio de asegurar la maglia ciclamino, en cuya lucha superaba por 22 puntos a Cimolai y en 25 a Gaviria. Una acción que decepcionó a sus seguidores y le costó una sanción del jurado -1.000 francos suizos y 50 puntos UCI- por "intimidación y conducta impropia con otros corredores". Polémicas al margen, el tres veces campeón del mundo aumentó su enorme palmarés y prolongó su racha de buenos resultados en 2021, en el que ha ganado etapas en la Volta a Catalunya, Romandía y Giro de Italia. El Tour de Francia espera a un ciclista que nunca pasa desapercibido.