Egan regresa a la cima
Al más puro estilo Ineos, con una extraordinaria entrada y golpe en la mesa en las primeras etapas de montaña y sufrimiento en la última semana superada gracias al ejemplar orden de su estructura, Bernal conquistó el Giro de Italia en su primera participación.
Finalizada la etapa de la Itzulia en Ermualde, bajábamos en uno de esos bus lanzadera coordinado por la organización que nos llevaría hasta Llodio. Justo al otro lado del pasillo estaba sentado Xabier Artetxe, quien actualmente pertenece al grupo de entrenadores del Team Ineos y en concreto se encarga de la preparación de Egan Bernal.
Xabi y yo nos conocemos desde hace años. No tuvimos apenas tiempo para conversar, pero una de mis pregunta fue: “¿Qué tal está Egan?”. Me sorprendió la tranquilidad de su respuesta y el convencimiento de que su pupilo llegaría bien al Giro.
En la gran mayoría de las ocasiones, nuestras referencias a la hora de hacer los grupos de favoritos pasan por los resultados previos o las informaciones que transmiten terceros. En este caso hablamos con gente de confianza y directamente implicada.
A los pocos días de aquel miniencuentro, Xabi y yo tuvimos un webinar donde charlamos más de treinta minutos. Por aquel entonces yo había sumado enteros al retorno de Bernal al estatus de hace dos temporadas. El ciclismo se merecía la vuelta del colombiano.
Todo esto se puede truncar en un segundo, pero los indicios apuntaban que esta vez sí. Los fantasmas en forma de lesión se esfumaban y por fin parecía que veríamos a Egan luchar con los mejores. Dicho y hecho, arropado por un impresionante equipo, donde Martínez y Castroviejo salen con matrícula por su brillante trabajo, Egan se enfundó el último maillot rosa, el de verdad.
MIKEL Y REMCO
Caruso, Yates, Bardet, Carthy..., la empresa no fue fácil. Quien piense que todo esto ha sido mucho más sencillo tras las retiradas de Mikel
Landa y compañía, creo que está muy equivocado. Diría que ha sido diferente, ni mejor ni peor, diferente.
Claro que con Landa y el Bahrain que hemos visto la carrera hubiese ido de otra manera. Mikel estaba bien, fino, pero afirmar que hubiese ganado el Giro es tirarse a la piscina. Nunca sabemos lo que nos encontraremos a la vuelta de la curva. ¿Que tenía opciones?
Por supuesto. Ahora sólo le queda recuperarse lo antes posible y coger el tren de La Vuelta, quizás con parada en los Juegos Olímpicos. No ganas nada parándote a pensar lo que hubiese ocurrido, aunque estoy convencido que tras ver el desenlace final las heridas vuelven a escocer un poco.
¿Cuántos escribieron que Remco era favorito? Sabéis mi teoría al respecto. El chaval es muy bueno, sí, los datos le avalan y ha dejado grandes detalles en muy poco tiempo, pero de ahí a estar a la altura de los grandes favoritos, creo que ha sido un ejercicio entre el atrevimiento y el deseo. Lesión dura, meses sin competir, debut en una grande, presión externa, autopresión..., demasiadas cosas en una balanza donde, por mucho que nosotros soplemos, el peso en los platillos se inclina para uno u otro lado. Si profundizamos en la cuestión podemos llenar varias de estas columnas.
Egan fue amarillo, ya es rosa y ojalá sea rojo. En un abrir y cerrar de ojos ya nos hemos comido las clásicas y el Giro. El Tour está a pocas semanas y soñamos con quién vendrá a La Vuelta. Acepto el tópico de que para muchos sea un segundo plato, pero bendito segundo plato. Por problemas en la primera parte de la temporada o por convencimiento de inicio, el caso es que puede volver a ser una edición para enmarcar. ¿Por qué no pensar en Roglic, Pogacar, Landa, Evenepoel, Enric Mas, etc? Al fin y al cabo, soñar es gratis.
Si analizamos con detenimiento el desenlace final de las últimas cuatro grandes vueltas, comprobamos que la igualdad es máxima, con jaleo hasta el suspiro final. En el Giro hemos disfrutado con el regreso a lo más alto de un ciclista precoz, que seguro nos dará muchas más alegrías. Es hora de descansar y pensar ya en la salida desde la Catedral de Burgos. Del Iseran al Zoncolan y, ojalá, en busca del inédito Gamoniteiro.
Que nosotros lo disfrutemos.