La conexión vasca de Tadej

Para que un ciclista se convierta en un campeón todo es, sin duda, cuestión de talento propio. Pero influye también, y mucho, el círculo del que uno se rodee. El de Tadej Pogacar está plagado de nombres y acento vascos. A Joxean Fernández 'Matxin', su director, mentor y descubridor, se le añaden su preparador, que además es jefe de rendimiento físico del equipo UAE Team Emirates, el alavés Iñigo San Millán, y su masajista y confidente, el vizcaíno Joseba Elguezabal. Todos coinciden en señalar lo "normal" del carácter del ganador del pasado Tour de Francia, pero también y especialmente su madurez para los apenas 22 años que suma. "En todo momento sabe lo que quiere", dice Elguezabal, el hombre que trata y descarga las piernas del esloveno, con quien se abraza en la imagen inferior tras conquistar el UAE Tour en febrero pasado. "Tiene una musculatura privilegiada, diferente a la de los demás. Su mayor virtud es la capacidad de recuperación. Es capaz de mejorar día a día a pesar de los esfuerzos físicos". En parecidos términos se expresa Iñigo San Millán.

"Al momento de empezar a tratar con él me di cuenta de que era un chaval con unos parámetros fisiológicos impresionantes. Además, nunca pierde la calma. Es educado, muy humilde y tiene un gran sentido del humor". Con el médico alavés mantiene también una cercana relación personal, a pesar de que la residencia de Iñigo está en Colorado. "Hablamos de muchas cosas durante el día, más allá del ciclismo. Le gusta mucho cocinar junto a su novia Urska -Zigart, ganadora de la última etapa de la Setmana Ciclista Valenciana-, que también es ciclista". Matxin, que con su habitual buen ojo para cazar talentos supo ver el tesoro que escondían sus piernas hace ya unos años, no duda en decir que ahora mismo "Pogacar está al 70% de lo que puede llegar a ser. Tiene mucho margen de progresión".