VUELTA A SUIZA
Richard Carapaz fue el mejor corredor de una ronda helvética en la que hubo mayor pelea por las etapas que por la propia clasificación general. Küng, Van der Poel, Bissegger, Urán y Mäder dejaron su sello, cada uno en su estilo.
Carapaz y Urán le dieron un toque latinoamericano a la ronda helvética.
Las cuatro últimas pruebas por etapas del calendario World Tour han ido a parar al monstruoso palmarés del Ineos Grenadiers: Romandía (Thomas), Giro de Italia (Bernal), Dauphiné (Porte) y esta Vuelta a Suiza (Carapaz), que se unen a la Volta a Cataluña (Adam Yates). Sólo Pogacar (UAE Tour y Tirreno), Schachmann (París-Niza) y Roglic (Itzulia) han logrado derribar el muro británico. 5 de 9 en 2021, un balance extraordinario basado en un bloque impenetrable con el que rodean a solistas de categoría.
TRES PARA LOS LOCALES
La Vuelta a Suiza se inició con una alegría para los de casa, el dominio del campeón de Europa, Stefan Küng, en los 10 km CRI, con otro fenómeno que viene, Stefan Bissegger, a 4’’ de su registro. El
nuevo Cancellara, como le apodan, no se fue de vacío gracias a su brutal forma de machacar las bielas en el sprint de la cuarta, donde el del EF batió en Gstaad a sus compañeros de fuga. La tercera alegría para los helvéticos llevó la firma del elegante Gino Mäder, sobresaliente tercero en la crono del penúltimo día y letal en el cierre de carrera. El del Bahrain Victorious alcanzó en el descenso de San Gottardo a Woods y no tuvo ningún problema para batirle.
El que no entiende de medias tintas es Mathieu van der Poel. Dos barrabasadas, a cual más impresionante, en las dos primeras jornadas en línea después de dos meses sin competir en carretera, unos días de líder y despedida del maillot amarillo con estilo, atacando en una de las jornadas de alta montaña. A la mañana siguiente no tomó la salida. En las dos dianas del neerlandés tuvo su protagonismo Iván García Cortina, sobre todo en la segunda, cuando después de diez kilómetros de vibrante pulso el pelotón sólo pudo atrapar al del Movistar Team faltando 400 metros para la línea de meta.
La sexta, de tregua entre los favoritos, deparó una fuga multitudinaria en la que David de la Cruz demostró ser el más fuerte en el último puerto. Para desgracia del catalán restaba demasiado terreno y no pudo levantar los brazos... algo que sí hizo su compañero Rui Costa, aunque no era el día del UAE Team Emirates. El portugués fue descalificado por obstaculizar en el sprint al danés Andreas Kron (Lotto-Soudal), que con 23 años añade esta conquista a la que consiguió en la Volta a Cataluña. Cuarto puesto para Gonzalo Serrano, que está completando una estupenda temporada con Movistar Team.
Richard Carapaz asaltó el liderato y puso los pilares para su victoria absoluta camino de Leukerbad, en un trazado que encadenaba tres ascensiones en su parte final, con la penúltima, Erschmatt -8 km al 8,8%-, como la de mayor dureza.
Allí se lució Esteban Chaves, quien perdería muy rápido toda su ventaja en el descenso, donde incluso tomó un cruce equivocado. Jakob Fuglsang se aprovechó de la fatiga del colombiano, pero no contaba con ser ajusticiado a su vez por Carapaz, que se movió con habilidad para terminar dando cuenta en la llegada del veterano danés del Astana-Premier Tech.
COHETE ROSA
Ineos Grenadiers parecía tenerlo todo bajo control, con Dennis, Sivakov y un Eddie Dunbar que recuperó durante la semana suiza el brillo que le faltaba en los últimos tiempos. Con lo que no contaban los británicos era con la contrarreloj galáctica que se iba a marcar Rigoberto Urán en la penúltima jornada. El original concepto de los 23 km de lucha individual era simple: 9,5 km de exigente ascensión al Oberalppass y prolongado descenso hasta Andermatt. El colombiano del EF Education-Nippo subió como un cohete y bajó como los ángeles. Le metió 40” a Julian Alaphilippe -sobre todo en la parte favorable- y 54’’ a Mäder y Carapaz, cuyo maillot amarillo peligraba en la cima. Lo salvó por 17’’ con una bajada notable, consciente de lo que se jugaba. Urán intentaría desbancarle al día siguiente con escasa convicción y nulo éxito.
Jakob Fuglsang y Max Schachmann, segundo y tercero de la general en la rampa de salida de la crono, naufragaron y quedaron condenados a jugarse entre ellos la tercera plaza absoluta en la última etapa... y gracias al abandono de Alaphilippe por el inminente parto de su pareja. El alemán del Bora se cortó en el tremendo San Gottardo y el danés hizo sangre de su debilidad para birlarle el podio por cuatro segundos.
Julian Alaphilippe atacó de inicio el día de su 29º cumpleaños
-en la foto con Marc Soler- y no salió en la última etapa para asistir al nacimiento de su bebé. Tom Dumoulin reapareció, una excelente noticia como ver a Iván García Cortina (Movistar Team) a un gran nivel. Sergio Samitier fue testigo directo en la fuga de la original defensa del liderato de Van der Poel. Bissegger, una bestia anda suelta con el maillot rosa del
EF. David de la Cruz (UAE) coronó el eterno -18 kmLukmanierpass con un minuto de ventaja, pero le alcanzaron muy cerca de meta. Polémica en el desenlace de la sexta, con el danés Kron (Lotto) quejándose de Rui Costa, que sería relegado al segundo puesto. Paso adelante del irlandés
Eddie Dunbar (Ineos), pletórico en el trabajo para Carapaz en el epílogo y mejor joven. Schachmann decepcionó en la crono y cedió la tercera plaza in extremis ante Fuglsang tras sufrir en San Gottardo. Gino Mäder (Bahrain) se merendó a Michael Woods en Andermatt... ¡sin levantarse del sillín!