Ciclismo a Fondo

Irreductib­le

- Texto Ainara Hernando Fotos Bettini Photo/Photo Gomez Sport

Incluso lejos del contacto cercano, es innegable la garra y la fuerza que transmite Primoz Roglic. El corredor que nunca se rinde, que aprende y se levanta de cada derrota, y apasiona con cada una de sus victorias. Un ciclista en mayúsculas, con un coraje único.

Primoz Roglic es ese corredor que cuando pierde un Tour de Francia de la manera más dolorosa posible, tras ser el único patrón durante las tres semanas, en lugar de desaparece­r del mundo o contratar un psicólogo que le saque de una depresión a todas luces justificad­a, se pone un dorsal en la Lieja-BastoñaLie­ja y la gana. Y que inmediatam­ente después se alista para la Vuelta a España y también se la lleva.

Roglic es ese ciclista que se cae siendo el líder sin rival a la vista de la ParísNiza, se disloca un hombro y en lugar de meterse en la ambulancia para que le curen el cuerpo magullado y ensangrent­ado, coge su bici y acaba la etapa, aunque sea totalmente derrotado. Roglic es ese ciclista que hace disfrutar por su coraje y su carácter, ese hasta hace poco arisco esloveno que allá donde va deja su sello de lucha, de no rendirse nunca. Pase lo que pase.

EVOLUCIÓN Ciclismo a Fondo: ¿Cómo es este Primoz Roglic de 2021?

Primoz Roglic:

¡Un año más viejo que el del año pasado! (ríe) Y un año más sabio... eso espero. Y ojalá también un año mejor que el del año anterior.

¿No es el mismo Roglic que el del año 2020, verdad?

No, claro que no. Han pasado muchas cosas por el camino de las que he salido adelante porque la vida continúa y de esas situacione­s tienes que salir mejor, más fuerte.

¿Ha cambiado algo en tu mente?

No, en realidad no. Quiero exprimirme al máximo para ver lo bueno que puedo llegar a ser. Y disfrutar de la posición en la que acabe una carrera. Deseo mejorar en todo momento. En cada prueba a la que voy, siempre quiero más de lo que he conseguido en la previa.

¿Eres más fuerte ahora?

Claro, sí. Lo que no sé es si soy más fuerte que todos los demás. Eso lo veremos pronto (ríe).

¿Le hacen a uno más fuerte las derrotas que las victorias?

Todo te construye. Hablando de la del Tour de Francia, fue brutal y devastador­a, pero mucho más para la gente que me rodea que para mí. Soy una persona que siempre mira hacia adelante y no me machaco a mí mismo demasiado con los resultados. Ahora, con el tiempo, veo ese segundo puesto, que en su momento fue frustrante, como algo bonito. En París le dije al equipo que nosotros éramos los ganadores en demostrar lo fuertes que fuimos como bloque durante toda la prueba. Esa fue nuestra victoria, como grupo. No logramos el amarillo al final, pero a veces ganas y otras pierdes. Cuando has dado todo lo que tienes dentro, debes aceptarlo. Prefiero recordar que luchamos por cada metro de la carrera.

¿Qué aprendiste de todo eso?

A no volverme loco con los números y las victorias. Simplement­e disfrutar de montar en bici y de competir, que es un gran privilegio. Hasta el día que pueda y tenga fuerzas pedalearé porque es lo que más me gusta del mundo, porque por eso estoy aquí, siendo ciclista. Cuando llegamos a París y terminó el Tour me dije a mí mismo que había trabajado muy duro y que no podía parar ahí. Quería más.

¿Y también a no volverse loco con las derrotas?

Claro, es parte de todo esto. La vida continúa. Y tú tienes que seguir adelante con ella.

¿Cómo se duerme con una derrota tan dura como la que sufriste en el Tour?

Lo tienes que aceptar. Pero pasa lo mismo con las victorias, no te puedes dejar llevar por la euforia porque tarde o temprano te va a tocar estar en el otro lado. Lo que me sucedió fue un reto, sobre todo mentalment­e.

¿Te has preguntado muchas veces por qué te pasó a ti?

Sí, claro. Y creo que es necesario hacerse esas preguntas a uno mismo para después dejarlo atrás y cerrar ese capítulo habiendo aprendido de lo que te ha pasado. Yo intento hacerlo rápido para poder seguir hacia adelante.

¿El ciclismo es un juego más mental que físico?

Aquí hay unos cien ciclistas que tienen un nivel altísimo y que pueden ser muy buenos en todo lo que corren, pero al final sólo hay uno o muy pocos que sean capaces de ganar. La parte mental juega un papel fundamenta­l para marcar esa diferencia entre ser muy bueno y llevarte la victoria.

¿La fortaleza mental es una de tus grandes virtudes?

Pienso que sí. Creo que siempre estoy mentalment­e listo para todo lo que venga, aunque en realidad nunca sabes cuándo estás preparado de verdad o no para algo imprevisto.

TOUR Y JUEGOS ¿El Tour de Francia es el centro indiscutib­le de esta temporada?

Quiero ser el mejor ahí, pero tengo más carreras en el calendario en las que también quiero ganar. No sólo es el Tour. Hay muchos objetivos que me motivan como era el caso de la Itzulia, en la que disfruté mucho yendo al ataque, cambiando la carrera y sintiéndom­e tan fuerte. Después vendrán los Juegos Olímpicos, una cita muy motivante para cualquier deportista.

¿Qué te tiene que traer este verano?

Simplement­e disfrutar de montar en bicicleta y de competir. He intentado prepararme para llegar al nivel más alto que puedo alcanzar. He hecho todo lo que he podido y ahora quiero ver lo que eso significa en las carreras.

No hablas de victorias.

No. Los periodista­s hablan demasiado de las victorias que tengo o puedo conseguir, pero a mí no me gusta especifica­r qué es lo que quiero ganar. Sólo deseo divertirme y estoy seguro que así llegarán los resultados.

¿Y ahora te diviertes en bici?

¡Sí! Claro. Y a cada carrera que voy estoy con esas ganas y tengo la adrenalina dentro porque el ciclismo me lo hace pasar muy bien.

¿Entonces ahora no solamente cuenta la victoria?

No, la victoria es un simple número. Claro que cuenta, pero lo que más me

importa es colaborar como equipo para conseguir realizar juntos el mejor trabajo posible. Lo que eso vaya a significar lo veremos al final de cada carrera. Sin embargo, lo fundamenta­l es que estemos satisfecho­s de todo lo que hacemos como grupo. Disfruto del camino hacia las carreras, hacia los objetivos. Claro que quiero ser el número uno, pero me gusta mucho más toda esa parte del trabajo anterior. ¿Cómo puedo superar mis límites? ¿Cómo puedo transmitir mi motivación a los compañeros y a todo el staff y que ellos lo estén tanto como yo? Es muy perjudicia­l tener exclusivam­ente la victoria como único objetivo porque si acabas segundo te sientes acabado y no encuentras la fuerza mental para volver a empezar otra vez. Esa obsesión te priva de disfrutar de todo el camino previo de preparació­n. Yo me sentiré muy feliz si al final de esta temporada siento que he sido un 0.5% mejor que el año pasado.

Un camino que también está lleno de renuncias.

Claro, son muchos meses de sacrificio­s los que afrontas para preparar un objetivo y te tiene que gustar mucho lo que haces para estar negándote todo lo demás. Mantenerme lejos de mi familia, especialme­nte el año pasado a causa de las burbujas y los aislamient­os. Los largos entrenamie­ntos, las concentrac­iones en solitario, tan lejos de ellos, de mi hijo. Eso es sin duda muy duro.

FAMILIA Eres, ante todo, un hombre muy familiar, apegado a los tuyos.

Es una motivación extra que tengo por mi esposa y mi hijo, que están en casa o me siguen allá donde corro. Que realmente se sientan orgullosos, y no sólo ellos, también todos esos niños pequeños que están sentados viendo las carreras por televisión y luego se montan en una bicicleta y dicen: ‘Quiero ser como él’.

¿Entonces es más importante encontrar la mejor versión de ti mismo que las victorias?

Exacto. Al final vas a vivir con lo que tengas y logres, pero lo importante es que en ese camino te conviertas en una persona mejor. Estoy encontrand­o la mejor versión de mí en estos años. Las victorias y las derrotas me han cambiado. Ambas cosas, lo bueno y lo malo, te construyen como persona. Y creo que es algo bonito. Al fin y al cabo, eso es la vida, tratar de aprender de todo lo que te pasa.

¿Quizás por este motivo es por el que viniste a La Vuelta el año pasado, para dejar atrás pronto lo del Tour?

Sí, puede ser. Trabajo siempre muy duro y veía la forma que tenía. Quería ir a La Vuelta y divertirme; allí sucedió así. Fue una gran decisión correrla.

¿Tan importante fue esa victoria?

Por supuesto. Todos los triunfos lo son, pero con lo que me había ocurrido se convirtió en algo muy bonito.

¿Volverás este año?

Por el momento no hay nada planeado, sólo el Tour y los Juegos Olímpicos. Quiero esperar a ver qué pasará en julio y agosto. Entonces decidiré si la corro o no.

Si ganas el Tour de Francia, si consigues ese gran sueño de tu vida, ¿qué vas a querer después?

No lo sé. Esta pregunta sólo te la puedo responder cuando eso suceda.

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 ??  ?? 2 Sereno. El ciclista esloveno no se altera por mucho que se complique la situación. La última París-Niza fue un claro ejemplo.
2 Sereno. El ciclista esloveno no se altera por mucho que se complique la situación. La última París-Niza fue un claro ejemplo.
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en la Itzulia. La actitud ofensiva de Primoz Roglic y su equipo durante la ronda vasca dio sus frutos.
3 Doblegó a Pogacar en la Itzulia. La actitud ofensiva de Primoz Roglic y su equipo durante la ronda vasca dio sus frutos.
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Las burbujas fruto de la pandemia provocaron que la entrevista con Ainara Hernando fuera telemática.
4 Tiempos modernos. Las burbujas fruto de la pandemia provocaron que la entrevista con Ainara Hernando fuera telemática.
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Sorprendió con su táctica atacante en el colofón de la Itzulia. Gaudu y Hugh Carthy fueron testigos.
3 La manta a la cabeza. Sorprendió con su táctica atacante en el colofón de la Itzulia. Gaudu y Hugh Carthy fueron testigos.

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