El listón
No se puede decir que Julian Alaphilippe haya hecho un mal Tour de Francia, más bien al contrario. Ha ganado una etapa, la primera, a lo grande; ha lucido el maillot amarillo; ha sido protagonista en otro buen número de ellas; y, lo más importante, se ha mostrado generoso con sus compañeros del equipo DeceuninckQuickStep, en especial con Mark Cavendish, para quien trabajó en varias llegadas masivas e incluso arañando puntos a sus rivales en los sprints intermedios. Sin embargo, su actuación en la Grande Boucle 2019, cuando lideró la clasificación general hasta la penúltima etapa de montaña, dejó el listón demasiado alto. Mi sensación es que esa circunstancia no ha sido beneficiosa para su carrera, un poco parecido a lo que sucedió en su día con Alejandro Valverde. Ambos son ciclistas con enormes cualidades y destacan allá donde van, pero las grandes vueltas no son su hábitat natural. Por eso no he entendido la renuncia del actual campeón del mundo a los Juegos Olímpicos en un circuito que le va de maravilla. Alaphilippe podría haberse planteado levantar el pie la segunda parte del Tour para tomar oxígeno de cara a Tokio. Una lástima que los Campos Elíseos no le hayan dejado ver la antorcha olímpica.
Enrique Ferrer. Valencia.