Y de repente, un aussie
Con Richie Porte satisfecho con su podio de 2020 renunciando a disputar la general y
Jai Hindley perdido en su laberinto este año después de su explosión en el Giro del pasado, las opciones australianas de situar a uno de los suyos en la zona noble de la clasificación del
Tour eran casi nulas. Sin embargo, Ben O’Connor (Subiaco, 1995), natural de la misma región que Hindley, tomó un testigo inesperado incluso para él y surcó los Campos Elíseos situado en una fantástica cuarta plaza en la general. Era su primer Tour y su quinta grande, con el 20º del Giro 2020, donde ganó en Madonna di Campiglio, como mejor resultado. Ag2r Citroën parecía no haber acertado este invierno con los fichajes. Van Avermaet y Jungels, sus principales apuestas, no han funcionado. Sin embargo, con menos ruido llegaba O’Connor procedente del NTT, donde había corrido las cuatro campañas previas. Firmado en principio por un año, pocos meses después le extendieron su contrato por tres más. Con el puesto fijo hasta finales de 2024 no sólo no se ha relajado, sino que ha salvado del anonimato en la ronda gala a la poderosa formación francesa, en la que Van Avermaet, Cosnefroy y Naesen decepcionaron.
Discreto la semana inicial, los 145 km entre Cluses y Tignes del lluvioso
4 de julio cambiaron su destino.
Esa 9ª etapa entró en la fuga junto a los colombianos Nairo Quintana y Sergio Higuita, que le llegaron a soltar en los descensos previos a la larguísima ascensión final. Pero llegó Tignes y Ben salió disparado hacia la cima. Firmó una subida soberbia que le permitió imponerse con más de seis minutos de ventaja sobre el grupo de favoritos y situarse segundo en la provisional a dos minutos de Pogacar y con un colchón de tres sobre el resto. El globo no tardó en pincharse. Se descolgó muy pronto en la segunda pasada por el Ventoux y con los cuatro minutos que se dejó en meta caía a la quinta plaza. Su fiabilidad estaba en cuestión, pero ya no haría más concesiones. En los Pirineos incluso ganó un puesto por el hundimiento de Urán y contuvo a Kelderman en la crono, donde tenía bastantes papeletas de verse superado por el neerlandés.
"La crono ha sido una experiencia superhorrible, pero estoy emocionado por mantener el cuarto puesto. Salvo Richie -Porte-, hacía mucho tiempo que un ciclista de mi país no terminaba en el top-5 del Tour. Supone un punto de inflexión para mí y hasta para el equipo, que después de una época tan exitosa apoyando a Bardet se encuentra con un australiano ahí arriba", bromeaba O’Connor, cuya participación en La Vuelta no está descartada.