Víctimas a puntos rojos
Las empresas invierten mucho dinero en mostrar su marca en el podio del Tour de Francia, buscando un rédito económico a buen seguro mayor cuanto más relevante resulte el ganador de la clasificación que patrocinan. Posiblemente por ese motivo, la pelea por la montaña durante las dos primeras semanas y media resultó tan atractiva como inocua. Ciclistas de la entidad de Wout Poels, Nairo Quintana, Michael Woods o Wout van Aert se fajaron en los puertos más exigentes, arañando puntos que les posicionaran al frente de la general de la montaña. Especialmente interesante resultó la lucha entre el canadiense de Israel y el neerlandés de Bahrain, que brindaron batallas muy interesantes en diversas cimas de Alpes y Pirineos, tanto en el apartado técnico como en lo físico, con un Poels desatado en los últimos metros.
Sin embargo, de poco les sirvió. Tanto el final de Portet (17ª etapa) como el de Luz Ardiden (18ª) otorgaban el doble de puntos en su cima. Al resolverse ambas jornadas entre los mejores de la general, Tadej Pogacar fue capaz de amasar 80 puntos en esos dos puertos, casi los mismos que Poels -segundo clasificado, en la imagen superiordurante todo el Tour. Justo o no, lo cierto es que el portador del maillot de la montaña en París fue el mejor escalador de la carrera, aunque resulta inevitable que nos asalte la sensación de que la vibrante competición anterior quedó en meros fuegos de artificio.