TUS CARTAS

Chris Froome ha pasado completamente desapercibido en el reciente Tour de Francia. Él mismo ya se había descartado de la lucha por la general en las semanas previas e incluso su equipo, Israel Start-Up Nation, no confirmó su presencia en la alineación para la ronda gala hasta pocos días antes de que arrancara en la Bretaña la carrera más famosa del mundo. Por tanto, no ha engañado a nadie ni ha levantado falsas expectativas a su alrededor como tanto se estila en el mundo del deporte. Se ha preparado con su profesionalidad de siempre, ha llegado hasta donde ha podido, se ha dejado todo en la carretera y ha llevado con impecable dignidad su incontestable ocaso.

Los aficionados hemos sufrido cuando enfocaban el pelotón al iniciar algunas subidas y el británico era uno de los primeros en perder contacto. No es una imagen agradable, para el propio Froome menos que nadie, aunque también muestra hasta qué punto siente pasión por este deporte. Lo fácil hubiera sido subirse al coche de equipo, inventarse una excusa que sonara convincente y largarse para casa evitando semejante exposición mediática. Muchos dicen que da pena contemplarle arrastrándose; yo lo que veo es un campeón igual de grande en las derrotas como ejemplar era en sus tiempos de gloria. Un caballero auténtico, sir

Chris Froome.

Luis Maseda. Elche (Alicante).