Maneras de levantarse
Resulta curioso lo que ha ido sucediendo con Primoz Roglic. Un tipo que transmitía poco, calificado como antipático por algunos, que cuando se asentó en la élite del ciclismo mundial no contaba precisamente con una legión de fans si exceptuamos Eslovenia, donde es un ídolo nacional desde hace unos cuantos años.
Sin embargo, empezó a sufrir dolorosos varapalos y su dignidad en la derrota encandiló a cualquiera que le guste no ya el ciclismo, sino el deporte. Felicitando siempre al rival que le había superado, sin buscar excusas y ni un mal gesto tan típico de estrellas que dejaron de pisar la misma tierra que los mortales hace mucho tiempo. Un gran perdedor -en el único sentido positivo de la expresión- con una tremenda capacidad para levantarse en los momentos difíciles.
El título olímpico contrarreloj apenas unas semanas después de irse al suelo en su principal objetivo de 2021, el Tour de Francia, es otra muestra del extraordinario temple del ciclista esloveno. Pocos mencionábamos su nombre en la previa de la cita olímpica, deslumbrados por la pléyade de especialistas que ambicionaban colgarse un oro que acabó por más de un minuto de ventaja en el cuello de Roglic... que continuó impulsando su bici cuando ya había cruzado la meta. Quién sabe si aquellas fueron sus primeras pedaladas hacia el tercer triunfo en La Vuelta, donde el líder del Jumbo-Visma partirá con el dorsal número uno por segunda edición consecutiva.
Un último apunte para las pruebas de fondo en carretera, imprevisibles -sobre todo la femenina- y emocionantes -en especial la masculina-. La menor cantidad de ciclistas por selección favorece las carreras abiertas y concede una pequeña ventaja a quienes se mueven. ¿Qué hubiera pasado con Kiesenhofer si Países Bajos hubiera contado con cuatro o cinco mujeres más para recortar su ventaja? ¿Se hubiesen atrevido Carapaz y McNulty a desafiar al pelotón desde tan lejos con dos belgas en el grupo que permitieran a Van Aert guardar fuerzas para el desenlace? Lo mismo un término medio entre la cifra de los Juegos y los Mundiales sería una opción adecuada.