Sostenible
Los 136 kilómetros de la Maratona, y los 32 del día previo ascendiendo Campolongo y Val Gardena, fueron una buena toma de contacto con el nuevo sillín Selle Italia X Green Superflow, una novedad importante para la marca, no tanto por sus prestaciones, sino por su inédito proceso de fabricación Green Tech que Selle Italia asegura que es 100% sostenible, ya que en el ensamblado de las piezas no se utilizan poliuretano ni materiales adhesivos. Además, como la firma presume de toda su colección, se fabrica íntegramente en Italia, lo que permite minimizar las emisiones de CO2 al reducir los procesos logísticos y también contribuye a controlar mejor el stock, algo importante, como ha puesto de relieve la pandemia.
El X Green Superflow es un modelo con un precio muy ajustado -49,90 €-, con un peso que lógicamente está por encima de los tope de gama -anuncia 315 g, aunque nuestra unidad pesa 313 g-, pero que incorpora una tecnología interesante como la pieza Flex Control, un módulo que une los raíles -de acero- con la carcasa principal y que aporta flexibilidad para mejorar el confort. A esta cualidad contribuye también la parte superior del sillín, bautizada como Total Gel, que es muy mullida, pero a la vez tiene un tacto firme, y cuyo interior de gel reduce considerablemente las vibraciones que llegan a nuestro cuerpo.
La forma del sillín está catalogada como
L3, según el sistema idmatch de la marca, una manera precisa de encontrar tu sillín perfecto a través de una sencilla medición de la distancia entre los isquiones -también disponen de una bici completa para realizar análisis biomecánicos, como te mostramos hace unos meses-. Esta catalogación significa que está indicado para ciclistas con una distancia entre isquiones normal/ancha (L), mientras que el número 3 define el corte central del sillín, recomendado para ciclistas con una rotación pélvica elevada, que crean mucha presión y rozamiento en el sillín, y la palabra Superflow anuncia que dicho corte es aún más grande. Esta catalogación es la misma que el Flite Boost que usamos habitualmente -y las medidas similares, 245x145 mm el X Green y 250x145 el Flite-, sin embargo hay que tener en cuenta que el Flite, el sillín que usa Mathieu van der Poel, es plano, ideal para ciclistas flexibles y que suelen buscar diferentes posiciones, mientras que este X Green es curvado, orientado a usuarios que no suelen cambiar de postura.
Nosotros preferimos sillines más planos, pero el X Green nos ofreció bastante comodidad en las dos jornadas y es destacable que, con apenas un día de uso, concluyésemos después de seis horas en la marcha sin ninguna molestia ni rozadura, a pesar de que la bici también era nueva y no estaba ajustada al milímetro. Una buena opción, y asequible, para los que busquen un sillín cómodo, por el mullido y especialmente por la flexibilidad de la unión entre los raíles y la carcasa.