L’ÉTAPE MADRID

La inesperada dureza de los puertos y carreteras de la zona Oeste de la Comunidad de Madrid fueron sin duda protagonistas, junto a los participantes ataviados con el maillot amarillo bajo un sol veraniego, del acertado estreno de L'Étape en nuestro país.

Al fin llegó a España la esperada marcha con el sello del Tour de Francia.

Desde Villanueva del Pardillo (Madrid) José V. Gisbert Fotos Sportograf/JVG

Aunque su celebración estaba inicialmente prevista para el 4 de julio -a su vez se disputaría la 9ª etapa del Tour de Francia-, fue aplazada, según palabras del organizador “para garantizar la salud y seguridad de todos los participantes”, al último sábado de julio. Con salida y llegada en la localidad madrileña de Villanueva del Pardillo, la marcha constó de dos recorridos para adaptarse al nivel de cada ciclista.

El más largo, con 162 km y casi

3.000 metros de desnivel positivo, incluía las ascensiones a los puertos de Arrebatacapas -4,6 km al 4,6% de porcentaje medio-, El Mediano -4,2 km al 9%-, Santa Mª de la Alameda -4,3 km al 7,4%- y La Paradilla -4,1 km al 5,8%-.

Todos ellos puertos bastante asequibles por su longitud y moderado porcentaje... excepto El Mediano, que pilló por sorpresa a buena parte del pelotón con sus duras rampas, que en algunos tramos alcanzan el 13% e incluso el 17%, que junto al firme en mal estado de la parte inicial y un sol que ya empezaba a picar, hicieron mella en los participantes. La opción corta, llamada Lite, quedaba reducida a 112 kilómetros, pero con casi 2.000 m de desnivel positivo, e incluía la ascensión a La Escondida -8,8 km al 4,1% de media- y los dos últimos puertos del recorrido largo.

Se insistió en el carácter no competitivo de la marcha, pero para quienes deseasen ponerse a prueba, la organización

Oasis. Cuatro avituallamientos -tres en el recorrido corto- bastante variados calmaron la sed y repusieron las energías de los participantes. También se contó con uno final -además de la pasta party- y servicio de mecánica.

dispuso de la plataforma digital L’Étape Spain Live, vinculada a Strava, en la que se pudieron comparar los tiempos de tres segmentos cronometrados -dos en el recorrido corto-.

Para los que no tuvisteis la oportunidad de participar en esta primera edición, L'Étape ha anunciado la celebración de otra más en Granada, los días

23 y 24 de octubre. Disponéis de todos los detalles en la web spain.letapebytourdefrance.com

Embajadores. Don Miguel Indurain -con su inseparable maillot rojo del Banco Santanderformó parte del grupo delantero de la marcha, neutralizando a los participantes que osaban adelantarse unos metros en las subidas. Fue imposible contar todas las fotos que le tomaron. Óscar Pereiro, que celebraba el 15º aniversario de su victoria en el Tour de Francia, se lo tomó con más tranquilidad. En la foto, posa junto a Didi Senft, el auténtico Diablo del Tour.

Todo un lujo. Muriel Bouhet, Brand Marketing Manager de Accell Group, nos cedió una Lapierre Aircode DRS 8.0 -protagonista de La Gran Prueba de este número- para participar en L'Étape. La marca francesa fue el sponsor principal de la cita.

El Mediano, el puerto más duro. No lo conocíamos y nos sorprendió su exigencia. Comprobamos cómo a los ciclistas menos en forma se les atragantaron las rampas de los últimos puertos tras el desgaste en El Mediano.