Luz Sigma Blaze Flash

Sigma renueva su luz trasera más potente añadiendo dos modos intermitentes, los más utilizados por los ciclistas en un accesorio que ya se ha convertido en imprescindible para aumentar nuestra seguridad en carretera. El nuevo modelo mantiene las características que nos gustaron de la versión anterior: botón de encendido nítido y de gran tamaño; montaje sencillo con una goma resistente; soporte integrado compatible con la mayoría de tijas del mercado -excepto con las planas aerodinámicas, en desuso- y que queda muy bien colocado por su ángulo de 17º; y, sobre todo la cualidad que diferencia a esta luz, un acelerómetro que detecta las frenadas y que enciende los tres leds a la vez. La nueva Blaze Flash cuenta con un modo diurno, en el que el sensor de luz activa el led superior fijo automáticamente; y tres modos manuales: led superior fijo -con una autonomía de siete horas-; tres leds intermitentes, nuestro preferido y con una autonomía de 11 horas según la marca; y led superior intermitente, hasta 50 horas. En el lado izquierdo encontramos un pequeño led que se enciende cuando la batería, recargable por USB, está por debajo del 30%. Sigma no detalla los lúmenes de intensidad, sólo anuncia que es visible hasta 500 m, una distancia que está en la media de los modelos de este tamaño reducido y que es suficiente cuando rodamos en grupo. La amplia duración nos ha permitido completar rutas de más de 8 horas llevándola encendida en todo momento en el modo intermitente de tres leds, en el que nos gustaría un destello un poco más potente en el led superior para darle más luminosidad en días muy soleados. Por su ligereza y facilidad de uso, sumado al detalle del aviso de frenada que puede evitar accidentes ante imprevistos, es una magnífica opción.