Terminó la sequía belga
Remco Evenepoel ha logrado con su triunfo absoluto en La Vuelta acabar con la racha negativa que desde 1978 venían sufriendo Bélgica y sus corredores en cuanto a la disputa de generales de grandes vueltas. Klaus De Muynck en el
Giro de Italia de 1978 había sido el último en ganar una. Si bien en un primer momento parecía que con él, y otros coetáneos de la talla de Freddy Maertens, Michel Pollentier o Lucien Van Impe, la sucesión del recién retirado Eddy Merckx en esta faceta estaba asegurada, la realidad demostró en muy poco tiempo justamente lo contrario.
En lo referido a pruebas de un día y victorias parciales, los belgas nunca dejaron de estar bien servidos de figuras y formaciones punteras, pero en cuanto a vueltómanos, la crisis de referentes iniciada a primeros años de los 80 parecía no tener final hasta el alumbramiento de la última hornada de campeones encabezada por el propio Evenepoel. Junto al de Schepdaal, muchos esperan que Cian Uijtdebroeks, otra de sus figuras emergentes, se sume al plantel de protagonistas en estas pruebas. Subido también desde juveniles al WT con el BoraHansgrohe, a la par que arrancaba
La Vuelta en los Países Bajos se imponía en el Tour del Porvenir tras dominar con solvencia en los Alpes. Jurgen van den Broeck, 3º del Tour 2010 tras las sanciones a Contador y Menchov, y Johan Bruyneel, 3º de La Vuelta en 1995, eran los últimos representantes belgas en el podio de las tres grandes, totalizando el país 32 victorias absolutas desde la primera lograda en el Tour de 1912 por Odile Defraye. Con la de Evenepoel ya son 33, y si nada se tuerce en su prometedora carrera no sería extraño que la cifra experimentase un notable empujón en el lustro que viene.