El futuro ha llegado
Apenas una semana antes de comenzar la Vuelta a España en Utrecht, pocos contaban con que Juan Ayuso fuera de la partida. El plan, aunque nunca hubo declaraciones tajantes, parecía esperar a 2023 y congelar el debut hasta cumplidos los 20. Su precocidad, tanto en la forma de competir como en la de asimilar la exigencia física y mental de la élite mundial, convenció al UAE para conceder al de Jávea la oportunidad de conocer el tipo de carrera por el que pasará parte importante de su futuro.
Sin presiones, al abrigo de Almeida, dejando que la carretera le enseñara su lugar frente a una nómina rutilante de candidatos.
Pero, como a cada paso que ha dado firme y seguro desde que comenzó a competir en bicicleta, Ayuso se empeñó en demostrar que aprender no significa alejarse de la primera línea. Y eso que el inicio pareció costarle. Matxin descargaba cualquier responsabilidad, casi avisaba de la minutada que antes o después le caería. Más que por su edad, por esas sensaciones lógicas de sufrir cuando la carrera se ponía seria, sorprendió su cuarto puesto en el Pico Jano, primera llegada de auténtica montaña. De entre los importantes, sólo se dejó tiempo con Evenepoel y Enric Mas en una subida en la que destacó tanto por su rendimiento como por su inteligencia regulando el esfuerzo. "Conocía el puerto de mi etapa júnior. Marqué mi ritmo desde abajo y eso me permitió regresar al grupo de Roglic después de perder terreno. Los primeros días fueron complicados pero ahora tengo muy buenas sensaciones". Ayuso siguió alternando días mejores con otros objetivamente buenos pero en los que cedía algo de tiempo sobre el resto de líderes. Eso sí, lo que perdía en Colláu Fancuaya lo recuperaba al día siguiente en Les Praeres. Nadie quería presionarle, aunque superado el bloque de montaña más duro de la carrera era quinto de la general, apenas a medio minuto de un podio que cerraba Roglic. "Prefiero ir día a día, sin perder detalle de todo lo que estoy experimentando".
Sin embargo, la ambición que le ha caracterizado durante su aún incipiente carrera no tardó en aparecer. A Ayuso no le convenció su rendimiento en la crono, competía frente a los suyos y sabía de la importancia de una etapa en la que se alejó en tiempo y forma del podio. "He perdido demasiado", repetía inconformista. Por la mañana superó hasta tres test de detección de Covid por una mala noche arrastrando síntomas. El positivo llegó tres días después. De forma involuntaria, se convirtió en una figura clave en el desarrollo de La Vuelta. En pleno aluvión de bajas, su positivo en un test de antígenos fue el primero que no se convirtió en abandono gracias a la máquina para analizar
PCR que utiliza su equipo con objeto de determinar la carga vírica y decidir con ese dato la continuidad o no en carrera. Los expertos concluyeron que no existía riesgo de contagio, por lo que siguió adelante. De una forma u otra, desde ese caso los abandonos a causa del Covid en La Vuelta descendieron hasta desaparecer los últimos días.
Lo que podría haber sacado mentalmente de carrera a cualquier chaval de 19 años, no inmutó a un ciclista que mantuvo su solidez en las etapas andaluzas, ascendiendo al cuarto puesto antes del abandono de Roglic. Juan Ayuso ocupaba plaza de podio a cuatro días de Madrid. Sus rivales, Carlos Rodríguez, un pujante Miguel Ángel López y su compañero Joao Almeida, teórico líder del UAE Emirates en esta Vuelta. El reto no pesó ni lo más mínimo al de Jávea, que gestionó con templanza los ataques del colombiano en la Sierra de Guadarrama, buscando incluso el triunfo de etapa. Había hecho historia.
PRECOCIDAD RÉCORD
Y es que con su gesta, Juan Ayuso se convirtió en el ciclista más joven en lograr un podio en una gran vuelta desde
1904. Es más, a sus 19 años -cumplió 20 a los cinco días de finalizar la prueba-, podía presumir de que sólo un ciclista más joven que él había completado una carrera de este tipo entre los tres mejores: Henri Cornet venció el Tour de Francia de aquella edición de 1904... con sólo cuatro días menos.
Como no podía ser de otro modo, satisfecho, Ayuso no escondía en qué piensa de cara a futuras ediciones. "Vine a esta Vuelta a aprender, a principio de temporada ni me imaginaba que podría estar aquí. He aprendido a sufrir, a aguantar mentalmente lo que requiere una grande. Este proceso me ayudará a ser mejor ciclista. Voy cumpliendo sueños, me he probado a mí mismo que soy un corredor para estas pruebas y el año que viene podré aspirar a más".