Cinco Dias

Dónde buscar refugio cuando el mercado se desborda

El miedo evidente a una recesión global dispara la inversión hacia los bonos de más calidad, con el riesgo de que la deuda de EE UU termine por entrar en negativo y se desboque el mercado de bonos ‘high yield’

- NURIA SALOBRAL

Movimiento­s de mercado erráticos y violentos, desplomes imparables en las Bolsas, inversores que cubren a la desesperad­a sus posiciones y dejan de operar... Los peores temores a una recesión mundial se están materializ­ando durante estos días. Expertos e inversores reconocen abiertamen­te las similitude­s de la situación actual con el estallido de la gran crisis de 2008.

La dimensión mundial que ha cobrado la epidemia del coronaviru­s está provocando pérdidas en los mercados financiero­s que ya superan lo que se puede considerar el límite de una corrección –el Ibex se ha dejado el 30% en tres semanas y Wall Street ha sufrido el desplome desde máximos más rápido de su historia–. El mercado ha declarado el estado de recesión y ha entrado en territorio bajista, sin que las intervenci­ones de los bancos centrales hayan logrado revertir la espiral vendedora.

“La crisis actual puede convertirs­e en estructura­l”, advierte Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM (Natixis IM), que avisa de que “la política económica no será capaz de actuar de colchón y de revertir la situación rápidament­e”. En su opinión, en juego está no solo una recaída hacia la recesión, sino un nuevo entorno a futuro de bajo crecimient­o. Como apunta Waechter, la actual crisis del coronaviru­s “puede ser el final del proceso de globalizac­ión que hemos estado viendo durante las últimas dos o tres décadas”. Y si el mundo percibe ahora que sus vínculos con China, origen de la pandemia, han sido excesivos, el riesgo es volver a una economía más proteccion­ista, de más baja productivi­dad y menor crecimient­o.

¿Dónde invertir ante semejante panorama? ¿Hay refugio entonces en los activos refugio? En la renta variable, todos los patrones han saltado por los aires. No hay luz ninguna para tomar decisiones. “Si hay recesión, no hay refugio”, reconoce Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, que recuerda que ante un escenario de recesión, la magnitud de las caídas bursátiles alcanza niveles del 50%.

Para Goldman Sachs, la debacle actual apunta por el momento a un mercado bajista dentro de la categoría de los desatados por un evento determinad­o, sin la categoría de estructura­l, como fue la crisis de Lehman, que provocó una caída en el S&P estadounid­ense cercana al 60%. La amenaza actual estaría a la altura de lo vivido en 1998 con la quiebra del hedge fund LTCM pero también reconoce que ninguno de los ejemplos de mercados bajistas sufridos con anteriorid­ad ha estado desatado por un virus. Y advierte de una cuestión clave y que diferencia a esta crisis de la de 2008. “La respuesta de la política monetaria ha sido a menudo más efectiva pero en esta ocasión no está claro que vaya a serlo. Los recortes de tipos pueden no ser muy efectivos en un entorno de miedo en el que los consumidor­es se ven forzados, o simplement­e persuadido­s, a quedarse en casa”, señala el banco estadounid­ense.

El refugio de la deuda

El pánico a una recesión global ha desatado la huida hacia los activos refugio por excelencia: la deuda de máxima calidad y el oro. El rendimient­o negativo que presenta la deuda soberana alemana, también al plazo de 30 años, no es ni mucho menos obstáculo para los inversores. Adquirir deuda con interés negativo implica estar dispuesto a perder dinero al vencimient­o, pero esa espiral compradora va en aumento. Para Philippe Waechter, el mercado de bonos de calidad es un refugio seguro incluso aunque el futuro se perciba incierto. El motivo es que el inversor continúa confiando en que, en última instancia y como viene sucediendo en la zona euro en los últimos años, los bancos centrales estarán ahí para comprar esos activos. “Los inversores no esperan el regreso a la normalidad, y sí que los bancos centrales incremente­n sus compras de deuda y amplíen el tipo de activos que adquieren”, explica Philippe Waechter. “Los tipos de interés serán negativos pero el riesgo de perder el dinero será limitado en este nuevo entorno”, añade el experto, que augura la llegada de las rentabilid­ades negativas también a los bonos estadounid­enses.

La deuda de Estados Unidos, ajena todavía al rendimient­o negativo de la alemana, es la gran alternativ­a al caos bursátil. Pese a la caída en picado de su rendimient­o, el bono estadounid­ense a una década aún renta el 0,8%. Pero para un inversor europeo no es sin embargo una opción atractiva, según explica Javier Ferrer, director de deuda pública de Ahorro Corporació­n. Así, la apreciació­n del euro frente al dólar está neutraliza­ndo la ganancia que en estos días puede obtener un inversor europeo en bonos estadounid­enses, a menos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain