Mercedes-Benz GLE, un SUV para los realmente exigentes
Un todocamino de alta gama con una gran habitabilidad, buenas prestaciones y tecnología de vanguardia
Refinamiento, calidad, presencia, comodidad, fiabilidad… Son cualidades asociadas comúnmente a los automóviles de Mercedes-Benz y lo cierto es que, por lo general, se identifican con facilidad en la mayoría de sus productos. Es el caso de uno de sus todocaminos más alto de gama (por encima solo tiene el GLS), que reúne todo lo necesario para satisfacer a usuarios muy exigentes y dispuestos a pagar un precio que desde luego no es bajo, aunque se sitúa en la media de su segmento prémium.
Para empezar, su aspecto es imponente. Un coche de generosas dimensiones (4,92 metros de longitud), elegante pero también de aspecto poderoso. Su vocación es la de un SUV familiar, de hecho incluso existe la opción de colocar dos asientos auxiliares bajo el maletero para ampliar su capacidad hasta siete plazas, aunque las dos suplementarias para un uso esporádico.
El ambiente interior se antoja exquisito, con materiales de primerísimo nivel y la presencia destacable de dos espectaculares pantallas digitales en el salpicadero para la instrumentación y el equipo de infoentretenimiento.
El motor básico de la gama GLE es un cuatro cilindros turbodiésel que entrega 245 CV. Aunque se trata de un coche que supera las dos toneladas de peso, este rendimiento es suficiente para viajar a buen ritmo en cualquier tipo de trazado. Se apoya en un sensacional cambio automático de nueve marchas y en la tracción total.
Los consumos se mantienen, por este mismo motivo, en valores aceptables para un vehículo de sus características, obteniéndose con facilidad promedios que rondan los 8,5 litros por cada 100 kilómetros recorridos.
En marcha no es el coche más dinámico entre los de su estilo. Muy confortable, noble de reacciones y dispuesto a recorrer largos trayectos sin que la experiencia de sus ocupantes se resienta. Sin embargo, su conducción es menos precisa de lo deseable en los tramos más revirados, mientras que su elevada masa se deja notar por las inercias que se generan. Nada preocupante; en todo caso, obviamente, no es un SUV de carácter deportivo, sino más bien aburguesado. Además, cuenta con numerosas ayudas a la conducción que facilitan esta tarea.