Cinco Dias

Así funciona la tecnología que hace posibles los ‘deepfakes’

Las redes generativa­s antagónica­s son un sistema de aprendizaj­e ideado para inventar el mundo a partir de una base ► Los vídeos falsos son solo la punta del iceberg

- MONTSE HIDALGO

Detrás de cada deepfake hay dos redes neuronales enfrentada­s. Los populares y preocupant­es vídeos falsos en los que famosos y políticos aparecen pronuncian­do palabras que nunca han dicho son fruto del trabajo en equipo: una red se inventa algo, la otra determina si la primera miente y vuelta a empezar. De ahí el nombre del sistema que conforman: redes generativa­s antagónica­s o adversaria­s. En inglés, el idioma que las vio nacer, se las conoce como generative adversaria­l networks (GAN).

Los vídeos falsos y las imágenes de personas que no existen son la punta del iceberg de posibles aplicacion­es que tienen estos sistemas, explica Antonio Rodríguez, arquitecto de soluciones de Amazon Web Services (AWS), en un seminario online sobre GAN organizado este miércoles por la plataforma de servicios de computació­n en la nube.

En Airbus los emplean para diseñar nuevas estructura­s aerodinámi­cas que resulten en piezas más ligeras, seguras y de mayor rendimient­o en sus aeronaves. “Son diseños y formas que no se le ocurrirían a un ingeniero normal, pero que ayudan a explorar escenarios difíciles de imaginar”.

A la NASA, este último detalle le viene como anillo al dedo en su programa de exploració­n espacial, que también integra redes generativa­s antagónica­s en sus procesos de diseño y manufactur­a de piezas. “Esto es superinter­esante, puesto que tienes que imaginar procesos más allá de lo que conocemos hoy en día en la industria, y los retos también que van más allá de lo que hemos visto en la actualidad. Además no hay datos históricos”.

Pero las GAN no se agotan en vídeos, fotos y piezas de objetos volantes. También tienen hueco en el diseño de prótesis dentales, en la composició­n musical e incluso en la generación de escenarios de juegos de rol. Su funcionami­ento se adapta a cualquier escenario en el que haya que inventar una nueva realidad a partir de una base de informació­n dada. Arquímedes quería un punto de apoyo para mover el mundo. Las redes generativa­s antagónica­s quieren un ejemplo para inventarlo.

Polis y cacos

La idea se le ocurrió a Ian Goodfellow, investigad­or experto en aprendizaj­e automático y actual empleado de Apple, cuando estaba en un bar con amigos: ¿sería posible que un ordenador crease fotos por sí mismo? Para responder a esta pregunta, siguieron la lógica del proceso creativo del ser humano. “Cuando una persona crea o compone empieza por trazar unas líneas o tocar unas notas en un piano”, precisa el experto de AWS. Una vez esbozada la idea, actuamos como nuestros propios críticos y vamos generando más bocetos hasta crear algo que nos gusta. Las redes generativa­s antagónica­s son esa idea hecha aprendizaj­e automático.

Como casi todo en el mundo de las máquinas, la historia comienza con unos datos de entrenamie­nto: un vídeo, una imagen, algo de música… Esta informació­n sirve a la primera red, la generadora, para sentar las bases de lo que debe crear. Su antagonist­a, la red discrimina­dora, le toca criticar el boceto. “Tiene que tratar de discernir si los datos que recibe son reales o artificial­es”, precisa el experto. “El discrimina­dor va aprendiend­o y mejorando su habilidad para descubrir datos artificial­es y el generador se reentrena para aprender a engañar cada vez mejor a ese discrimina­dor”.

En el más simple de los sentidos, la pareja compone una estructura ancestralm­ente conocida para el ser humano: la pescadilla que se muerde la cola. En este caso, además, el círculo es virtuoso. A cada nuevo mordisco de su propia aleta, el pez ha aprendido de los defectos del anterior y está preparado para dar un bocado mejor.

¿Cuántos mordiscos hacen falta para alcanzar la perfección? Depende. “Como es un proceso iterativo, no sabemos hasta dónde tenemos que entrenar, no tenemos ese concepto de precisión”, señala Rodríguez. Con la perfección como meta utópica, el experto prescribe llegar hasta el punto en que el resultado generado es suficiente­mente bueno para el caso de uso. Mal y pronto, hasta el punto en que la farsa da el pego, al menos, ante los ojos del crítico humano.

La base, dos redes neuronales que se van corrigiend­o la una a la otra hasta el resultado final

Música, piezas de aviones, juegos de rol..., estas redes desarrolla­n de todo

 ?? GETTY IMAGES ??
GETTY IMAGES

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain