El dinero fluye a activos refugio y se dispara la prima de riesgo de España
El dinero tiene miedo. La crisis financiera global desatada por la pandemia del coronavirus ha hecho que los inversores de todo el planeta busquen refugio en aquellos activos que consideran seguros: fundamentalmente, en bonos y divisas de las economías más sólidas, como Alemania, Suiza o Estados Unidos.
En sentido contrario, el precio de los bonos de aquellos países que son percibidos por los mercados como más débiles están depreciándose. Esto implica que los tipos de interés implícitos son más altos: cuando un inversor no se fía de una emisor exige un mayor retorno para financiarle, pues aprecia un mayor riesgo de impago.
Durante la jornada de ayer, el rendimiento del bono español a 10 años, el de referencia, subió con mucha fuerza, hasta tocar un máximo de casi un año: 0,842%. En agosto de 2019, el rendimiento de este tipo de deuda llegó rozar el 0%. Es decir, España podía financiarse casi gratis entonces, mientras que ahora le va a empezar a salir bastante más caro.
Mientras tanto, el rendimiento del bono alemán a 10 años (considerado como el activo libre de riesgo en la zona euro) está en el -0,48%. Así que, en mitad de esta colosal crisis, a Alemania le siguen pagando por prestarle dinero a largo plazo. La deuda alemana se sigue viendo más segura que dejar el dinero en el banco.
La disparidad en los diferenciales ha hecho que la prima de riesgo española escale hasta 131,3 puntos básicos, un nivel que no se veía desde hace dos años.
Aunque las diferencias entre el bono español y el alemán son abultadas, lo cierto es que incluso el precio del todopoderoso bund registró ayer un mal comportamiento, con una caída del 6%. Eso sí, en lo que va de ejercicio acumula una revalorización de casi el 60%.