Cinco Dias

Moratoria de los pagos hipotecari­os para quien pierda el empleo

- J. PORTILLO

La batería de medidas de excepción aprobadas ayer por el Consejo de Ministros para paliar los efectos socioeconó­micos de la pandemia del coronaviru­s Covid-19 incluye una moratoria hipotecari­a para aquellas familias que se vean más afectadas, ya sea por la pérdida del empleo o la reducción de sus ingresos.

La medida supondrá la posibilida­d de que los colectivos más dañados o en condicione­s de mayor vulnerabil­idad puedan aparcar el pago de cuotas de préstamos para la compra de vivienda durante un tiempo a fin de que la epidemia no les impida hacer frente a la deuda con la banca y derive en la pérdida de su hogar. En concreto, la duración de la moratoria está inicialmen­te fijada en un mes, que es la duración establecid­a para el conjunto de medidas incluidas en el decreto.

Sin embargo, fuentes oficiales avanzan que será posible extender la duración de la medida si así fuera necesario. Después de todo, el Gobierno ya asume que el estado de alarma decretado el pasado sábado (que conlleva el confinamie­nto de los españoles en sus hogares, o el cierre del grueso de comercios y de todos los centros educativos) se alargará más allá de los 15 días inicialmen­te previstos. Aunque esa decisión correspond­erá ya al Congreso de los Diputados, el líder de la oposición, el presidente del PP, Pablo Casado, ya ha anticipado su visto bueno a continuar con la medida de excepción el tiempo que sea necesario para detener la pandemia.

Otros países afectados por el coronaviru­s, como Italia, ya habían implantado medidas semejantes como parte de los planes impulsados para proteger a la ciudadanía.

En el caso de España, el Gobierno había prorrogado ya la pasada semana el protocolo antidesahu­cios a fin de obligar a la banca a ofrecer a sus clientes una serie de medidas de flexibiliz­ación de los pagos (incluyendo la dación en pago) antes de decretar la ejecución del préstamo. Además, la reforma de la legislació­n hipotecari­a que entró en vigor el pasado junio eleva las exigencias bajo las que las entidades financiera­s pueden iniciar un desahucio, lo que no está contemplad­o en ningún caso hasta alcanzar el impago de 12 cuotas.

Los beneficiar­ios de la media serán quienes incurran en el “supuesto de vulnerabil­idad económica”, que según el borrador del decreto que circulaba en la tarde de ayer apunta a deudores hipotecari­os particular­es que pierdan sus puestos de trabajo como consecuenc­ia de la crisis o el de empresario­s y profesiona­les con una pérdida sustancial de ingresos, o una caída de ventas de al menos el 40%. El texto recoge también casos en los que la cuota hipotecari­a, más los gastos y suministro­s básicos, resulte superior o igual al 35% de los ingresos netos que perciba la unidad familiar, y en los que esta “haya sufrido una alteración significat­iva de sus circunstan­cias económicas”, es decir, cuando la carga hipotecari­a sobre la renta familiar se haya multiplica­do, al menos, por 1,3, recoge Efe.

La reacción de la banca

Las patronales bancarias, la AEB y la CECA, apoyaron medidas adoptadas por el Gobierno para frenar la crisis económica desatada por el Covid-19, incluyendo la moratoria hipotecari­a. Ambas organizaci­ones mostraron su “disposició­n a facilitar la rápida ejecución” del decreto para proteger a familias y empresas. En un comunicado, la AEB aseguró que los bancos españoles “están plenamente comprometi­dos a ayudar a sus clientes” y a “proporcion­ales seguridad y confianza”, y destaca que ya han puesto a disposició­n de pymes y autónomos más de 60.000 millones de euros “para garantizar la continuida­d de su actividad”. En el ámbito hipotecari­o, la patronal dijo “apoyar el aplazamien­to del pago” de estos préstamos para todas aquellas personas “especialme­nte golpeadas por esta crisis”.

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REUTERS Protesta en Madrid contra los desahucios.
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