Alstom ofrece vender activos para salvar la compra de Bombardier
La canadiense saldría del tren de alta velocidad Zefiro y la gala, del regional Coradia La CE tiene hasta final de mes para decidir
El fabricante de trenes Alstom enumeró ayer las concesiones que está dispuesto a hacer, ante la Comisión Europea, para sacar adelante la adquisición de Bombardier Transportation, anunciada en febrero por un precio de 5.800 a 6.200 millones. Se trata de conseguir el plácet de Competencia, que apuntó en junio sus reticencias por posición dominante de mercado.
El gigante francés, que viene de ver frustrado en febrero de 2019 su intento de fusión con el negocio ferroviario de Siemens, respondió a esa preocupación de la Dirección General de Competencia rebajando la posición que ganaría como segundo productor mundial de material rodante ferroviario.
Entre los compromisos figura la transferencia a un tercero de la participación de Bombardier en el tren de alta velocidad V300 Zefiro, así como la desinversión de la canadiense en la plataforma Talent 3 y en la fábrica germana de Henningsdorf. Alstom, por su parte, saldría del desarrollo de su tren regional Coradia Polyvalent y se desprendería de la planta francesa de Reichshoffen, en Alsacia, con cerca de un millar de empleados. Alstom también se ha abierto a compartir parte del negocio de señalización y sistemas de gestión de trenes del grupo canadiense.
No son cesiones menores ante un proyecto que busca reforzar al gigante europeo para plantar cara a la ofensiva internacional de la china CRRC. Alstom y Bombardier Transportation mantienen el calendario fijado para su integración en el primer semestre de 2021.
Reticencias de Bruselas
En el reto de superar el examen de la CE, la suma de ambas compañías debe reducir su peso en la producción de trenes regionales, especialmente en Francia, y su cuota de mercado en el material rodante para la alta velocidad, pese a la pujanza de multinacionales como la española CAF y la germana Siemens en ambos segmentos. Talgo también hace esfuerzos ahora por saltar de la alta velocidad a las cercanías.
La citada planta de Reichshoffen tiene pedidos en cartera para los próximos cuatro años y es centro de producción de la plataforma Coradia Polyvalent, que en Francia se comercializa bajo la marca Regiolis.
Una vez planteado el plan de remedies ofertado a Competencia, para lo que Alstom apuró ayer el plazo ofertado por el regulador, la compañía se dispone a esperar el veredicto y entablar negociaciones con los representantes de los trabajadores afectados. En principio, las desinversiones no alcanzarían a los centros de trabajo que ambos fabricantes mantienen en España.
La CE tiene ahora diez días hábiles para evaluar la posición de mercado de Alstom-Bombardier tras las citadas desinversiones. De ofrecerse el visto bueno, este estaría condicionado a que Alstom captara compradores para las fábricas y desarrollos en venta.
La cotización de Alstom se dejó ayer un 1,68% en el parqué de París, bajando hasta los 42,2 euros por título.
Las plantas españolas no saldrían del perímetro de Alstom