La ciberseguridad: un desafío para el tejido empresarial
El retraso de las pymes. Las grandes empresas cuentan desde hace tiempo con departamentos de ciberseguridad pues, como explicó Carlos Buenosvinos, “gran parte de sus datos y procesos viven en la nube”. Además, en este sentido, es clave que los profesionales que se ocupan de proteger toda esta información trabajen de forma conjunta con las fuerzas y cuerpos nacionales de seguridad para evitar que se produzcan acciones coordinadas de forma masiva. Las pymes han avanzado en ese proceso de digitalización pero no han llegado al mismo nivel. “La ciberseguridad es una tarea pendiente” para ellas y aunque “sus riesgos son menores que los de las grandes compañías, cualquier tipo de brecha de seguridad es un riesgo que existe y que tenemos que proteger”, subrayó el director general del Seat:Code. Una de las razones por las cuales este tipo de herramientas no están tan extendidas en la pequeña y mediana empresa es su coste: mientras que las de automatización, teletrabajo o videoconferencia son más accesibles, el abanico ofrecido en materia de ciberseguridad no es tan amplio y, por tanto, más caro.
Proteger a las plantillas. Al igual que es necesario asegurar los procesos y los datos de las empresas, también es fundamental proteger a los empleados cuando trabajan a distancia. “Es importante que nos aseguremos de que todas las conectividades que demos son seguras”, apuntó Francisco Bermúdez. Y este campo, que “forma parte de la rutina de las grandes empresas”, es de nuevo un desafío para las pymes, añadió.
Unas infraestructuras sólidas. La rápida respuesta dada por las compañías españolas en marzo fue posible gracias, entre otras cuestiones, a que se partía de unas “infraestructuras y unas capacidades inmejorables”, subrayó Enrique Blanco. El CTIO de Telefónica destacó que la prioridad de la compañía en un primer momento fue preparar las redes para que soportaran los incrementos de tráficos que se iban a producir con el teletrabajo, la educación online o el consumo de plataformas de vídeo. Y lo consiguieron. De hecho, destacó que España fue el único país de la Unión Europea que no tuvo que bajar el bitrate –velocidad de transferencia de datos– de estas últimas.