La alianza de los países pequeños deja a Calviño a las puertas del Eurogrupo
El irlandés Donohoe se impone pese al apoyo de Alemania, Francia e Italia a la española El nuevo presidente promete trabajar para lograr una “recuperación justa e inclusiva”
La no ponderación del voto y el apoyo del bloque conservador marcan la votación
La vicepresidenta económica del Gobierno español, Nadia Calviño, se quedó ayer a un paso de hacerse con la presidencia del Eurogrupo tras perder la segunda votación contra su homólogo irlandés y principal competidor, Paschal Donohoe. En la carrera también estaba el luxemburgués Pierre Gramegna, que se retiró tras la primera ronda.
Calviño habría sido la primera mujer en dirigir el órgano que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro, un organismo informal y sin competencias directas pero clave en la toma de decisiones de tinte económico y en los ritmos de la Unión Europea, más aún en plena crisis y en un momento en el que los socios discuten la forma y los detalles del fondo de recuperación poscoronavirus.
Donohoe aseguró tras conocerse los resultados que se siente “profundamente honrado de ser elegido nuevo presidente” del organismo. “Espero con interés trabajar con todos mis colegas del Eurogrupo en los años venideros para garantizar una recuperación justa e inclusiva para todos a medida que nos enfrentamos a los desafíos del futuro con determinación”, publicó en su cuenta de Twitter.
Donohoe asumirá el cetro el próximo lunes 13 de julio, para un mandato que se prolongará durante dos años y medio. En la votación, en la que cada una de las tres grandes familias políticas europeas (populares, socialistas y liberales) tenía representación, jugaron tanto los equilibrios territoriales entre países para intentar diversificar los puestos de responsabilidad entre el máximo de socios, como las discrepancias a la hora de definir el fondo de rescate pos-Covid. Calviño, de hecho, al felicitar en su cuenta de Twitter al vencedor, recordó que “esperamos trabajar juntos para garantizar una recuperación sólida que no deje a nadie atrás”.
“Trabajaré duro con todos para que el Eurogrupo desempeñe un papel constructivo y positivo a la hora de alcanzar un acuerdo en la recuperación”, dijo en rueda de prensa Donohoe, aunque recordó que el “paso vital” llegará la semana que viene, en la cumbre de líderes europeos. Donohoe sí reconoció que “hay mucho por hacer todavía”, y que toca “tomar decisiones complejas y desafiantes, aunque hay voluntad de llegar a acuerdos”, afirmó, tras anunciar que su mandato estará definido por la “construcción de puentes” entre el norte y el sur. “Es urgente combatir una crisis que amenaza las vidas, los trabajos y los ingresos de los ciudadanos europeos”, apuntó, pero hay que hacerlo “pensando en cuál es la mejor respuesta”.
Además de intentar limar las asperezas entre los dos principales bloques, Donohoe tendrá que coordinar las políticas de los socios del euro durante la recuperación, así como dar forma técnica al fondo de recuperación que acuerden, previsiblemente, los líderes europeos la próxima semana. También deberá poner sobre la mesa cuándo y cómo regresar a las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, hoy en estado de hibernación para ayudar a la recuperación económica. Ya en segunda línea tendrá que liderar un organismo que debate cómo y en qué forma deja entrar a más miembros a la zona euro.
Alianzas
La carrera por suceder al portugués Mário Centeno, convencido de que el Eurogrupo se habría quedado “en buenas manos” ganase quien ganase, estuvo ajustada hasta el último momento. La elección se lleva a cabo de forma secreta, y el ganador necesita al menos 10 de los 19 apoyos posibles. Como ninguno de los candidatos contó con la decena de papeletas en la primera ronda, el luxemburgués se retiró para que Calviño y Donohoe se jugasen la segunda votación.
Antes de que comenzase la cumbre, la española contaba con el apoyo público de Alemania, Italia, Portugal, Grecia, Chipre y Francia, que se sumó a última hora. El irlandés, por su parte, contaba con el apoyo de Austria, Letonia, Eslovaquia y Eslovenia, entre otros. Países Bajos y Bélgica, en un principio, apoyaban al luxemburgués, pero todo hace pensar que en la segunda ronda optaron por Donohoe.
Votación
España contaba con el soporte de las tres principales economías de la UE (Alemania, Francia e Italia), y en total, los apoyos públicos a Calviño suponían cerca del 80% del PIB de la Unión. Una de las voces con más autoridad en Europa, la canciller alemana Angela Merkel, respaldó de forma notoria a la española, además de por su perfil técnico y puntos de vista, por ser la única candidata.
Sin embargo, en segunda ronda ocurrió lo que muchos preveían, y es que las capitales más pequeñas hicieron piña en contraposición al gran bloque, ha