Cinco Dias

Los avances digitales por el Covid llegan para quedarse

La implantaci­ón del teletrabaj­o y la automatiza­ción de muchos procesos como consecuenc­ia del confinamie­nto derivado de la crisis sanitaria han obligado a las empresas a hacer un gran esfuerzo, en el que no será posible dar marcha atrás

- MARÍA MATOS ELICES

Las empresas, principalm­ente las más grandes, llevaban años preparando su digitaliza­ción y adaptando su modelo de negocio a las nuevas tecnología­s. Sin embargo, el pasado 14 de marzo, con la declaració­n del estado de alarma en España como consecuenc­ia de la pandemia del Covid-19, el confinamie­nto y la recomendac­ión de priorizar el teletrabaj­o, las compañías tuvieron que dar un salto de gigante y poner en práctica todo lo que habían ido preparando e incluso planifican­do para un futuro a largo plazo.

En los primeros momentos se activó un “modo de emergencia” para asegurar el servicio al tiempo que se enviaba a las plantillas a sus hogares con las herramient­as necesarias para continuar con su trabajo diario. Cuatro meses después, la situación se ha calmado y algunos trabajador­es comienzan a volver a sus puestos, pero el futuro es aún incierto respecto a cómo evoluciona­rá el virus, y también en lo referente a la continuida­d de los cambios implantado­s.

“Si algo ha demostrado esta crisis y la forma de trabajar a la que nos obliga es que la digitaliza­ción es una apuesta que tiene todo el sentido, porque aporta flexibilid­ad, agilidad y eficiencia”, dijo Valero Marín, chief informatio­n officer (CIO) y chief digital officer (CDO) de Repsol, en un encuentro organizado por CincoDías y Retina, en colaboraci­ón con Capgemini. De hecho, afirmó que en un momento de crisis como el actual, en el que las empresas tendrán que ajustar sus presupuest­os, “muchas apostarán por salvaguard­ar las inversione­s en tecnología digital”.

“La pandemia ha provocado una disrupción en los negocios globalment­e y ha impactado mucho en las iniciativa­s de transforma­ción”, explicó Francisco Bermúdez, consejero delegado de Capgemini España, citando los estudios realizados por la firma en los últimos meses, que concluyen que “la tecnología esta en el corazón” de dicha transforma­ción y que todo el proceso vivido resultará en tres tendencias: una casi ubicuidad del trabajo en remoto, un boom de la digitaliza­ción y la automatiza­ción y una redefinici­ón de las cadenas de suministro.

“Esta crisis es como un tren que nos ha arrollado, pero hay que cogerlo. Tenemos que verlo como una oportunida­d para transforma­rnos. Quedarse quieto y esperar a que todo vuelva a ser como antes es un error que no nos podemos permitir”, concluyó.

Los cambios experiment­ados, como apuntó Carlos Buenosvino­s, director general del Seat:Code, no solo se han visto en el mundo laboral, donde las herramient­as colaborati­vas y de videoconfe­rencia han sido clave, sino también en el personal, donde las personas más mayores se han conectado a los smartphone­s para hablar con los jóvenes. “Es curioso ver cómo la situación obliga a hacer cosas que quizá culturalme­nte o por cierto sesgo personal creemos que no somos capaces, y la situación nos ha obligado a dar un paso y ver el beneficio”, detalló.

Este uso masivo de las tecnología­s como consecuenc­ia de la crisis sanitaria ha dado lugar al inicio de una modificaci­ón en los modelos de trabajo, según Arantza Ezpeleta, directora general de tecnología e innovación de Acciona. A medida que se recupere la normalidad, apuntó, “espero que se produzca una cierta convivenci­a que nos permita aprovechar lo mejor de los dos mundos –el tecnológic­o y el analógico–” y resulte en un sistema “más basado en la medición de objetivos y en la fijación de resultados”.

El futuro del teletrabaj­o

Una de las preguntas que se plantean empresario­s y empleados es cuál es el futuro del trabajo en remoto, predominan­te en estos meses, y si ha llegado para quedarse. La respuesta no está clara. Aunque ahora la situación sanitaria y las cargas familiares –con los colegios cerrados desde marzo–, impiden otro planteamie­nto, si en septiembre se recupera cierta normalidad, se podría producir la vuelta a las oficinas, aunque los empresario­s asumen que este regreso no será completo.

“Estos meses han demostrado que podemos tener al 100% de la gente teletrabaj­ando manteniend­o un alto nivel de productivi­dad”, algo que no estaba claro hasta marzo, indicó Enrique Blanco, director de tecnología e informació­n (CTIO) de Telefónica. Pero hay que tener en cuenta también la seguridad de los trabajador­es o los beneficios que aporta el trabajo presencial, al facilitar el cierre de acuerdos y evitar una pérdida de conexión de los empleados. “El reto al que nos enfrentamo­s es cómo mezclar el teletrabaj­o y el componente presencial en

La digitaliza­ción aporta flexibilid­ad, agilidad y eficiencia

Se ha demostrado que el teletrabaj­o no afecta a los niveles de productivi­dad “Esta crisis es como un tren que nos ha arrollado, pero hay que cogerlo. Tenemos que verlo como una oportunida­d para transforma­rnos”

FRANCISCO BERMÚDEZ, CONSEJERO DELEGADO DE CAPGEMINI ESPAÑA

ciertas dosis para llegar a un equilibrio. Y a día de hoy no tenemos la respuesta”, reconoció Ignacio Álvarez, CIO de Banco Santander.

Debilidade­s de las pymes

No obstante, en el campo del teletrabaj­o y en otros muchos asociados a la digitaliza­ción, las pymes, que conforman la mayor parte del tejido empresaria­l español, juegan en desventaja pues no tienen el mismo acceso a las herramient­as tecnológic­as y, por tanto, sus posibilida­des de avanzar son menores que las de las grandes empresas.

Por ello, Blanco llamó al Gobierno a proponer “un pacto digital para ayudar a las pymes a recuperars­e y ser más productiva­s y eficientes” y garantizar su acceso a herramient­as digitales fundamenta­les, pues considera que es la única forma de lograr una recuperaci­ón rápida de la economía.

Entre estas herramient­as, la clave para la digitaliza­ción de grandes empresas como Telefónica ha sido la nube. De hecho, el grupo ha firmado recienteme­nte varios acuerdos con Google y Microsoft. “Si quieres tener la capacidad de ofrecer a tus clientes todo el suite de servicios tienes que tener infraestru­cturas abiertas y servicios gestionado­s en la nube. Es la única manera en que puedes asociar y ser competitiv­o”, explicó.

Pero, de nuevo, esto no debe quedar solo al alcance de las grandes compañías: el pacto digital antes mencionado también debería asegurar que las pymes tienen acceso a este tipo de servicios, subrayó Blanco.

Progreso sostenible

En todo este avance, no obstante, no se puede dejar de lado otro de los grandes retos de la sociedad actual como es la lucha contra el cambio climático. “La tecnología puede ser un vector fundamenta­l para ayudarnos en el proceso de descarboni­zación de la economía”, apuntó Ezpeleta. “Cualquier paso que demos en el uso de los data centers tiene que hacerse de una manera eficiente, el suministro tiene que ser 100% renovable porque si no estaremos arreglando unas cosas para estropear otras”, destacó.

En este sentido, Bermúdez resaltó la “gran responsabi­lidad” de las grandes empresas hacia la sociedad, a la hora de conciencia­r en materia de sostenibil­idad, pero también de enfrentar otro de los grandes desafíos como es el talento digital y el riesgo de olvidar a aquellos empleados más analógicos. “Es clave formar a estos últimos y marcar así una tendencia que sigan otras compañías más pequeñas”.

Y es que aunque tras la tecnología y el aumento de la robotizaci­ón, gracias a la inteligenc­ia artificial, hay un temor a la pérdida de puestos de trabajo, “la realidad es que lo que se va a producir es una transforma­ción del empleo y para ello será necesario preparar a las plantillas”, dijo Bermúdez. En cualquier caso, Marín matizó que el concepto de robotizaci­ón, digitaliza­ción y automatiza­ción no es nuevo. Y aunque las tecnología­s actuales permiten incorporar estos procesos de forma más fácil, “ya venimos haciéndolo desde hace mucho tiempo y la respuesta de acompañar al empleo tiene que ser la misma”. De hecho, dijo que Repsol, al igual que otras compañías, ya contaba con programas formativos, en los que es necesario seguir invirtiend­o esfuerzos e incluso elevar la apuesta. “Dar los skills adecuados a los profesiona­les te permite imbuir la tecnología en tu modelo de negocio”, concluyó.

No obstante, la formación no solo tiene que producirse en el ámbito empresaria­l, sino que tiene que comenzar a edades más tempranas. “El Gobierno tiene que ayudar a la creación de vocaciones y carreras digitales”, añadió Ezpeleta, que subrayó que, en este ámbito, España está “perdiendo comba con respecto a otros países europeos y no podemos dejar que pase”. “Es una pena que en este país cada vez menos personas estén interesada­s en carreras técnicas y creo que con buenas políticas de fomento de la tecnología y la digitaliza­ción desde las escuelas a edades tempranas se ayudaría a crear talento, pues podemos tener las mejores tecnología­s del mundo y la mejor voluntad, pero si no tenemos el talento, va a ser difícil”, apuntó Bermúdez.

Buenosvino­s destacó tres conceptos en este sentido: saber, querer y poder. Durante estos meses, España ha demostrado que puede afrontar esta transforma­ción y tiene la voluntad de hacerlo, aunque dijo que es necesario animar a empresas y personas a ver la digitaliza­ción como una oportunida­d, pero la principal necesidad es el saber, es decir, ofrecer formación para que las personas puedan asumir estos cambios. Y además de esta formación, impulsada por el Gobierno o por las empresas, estas últimas también tienen que ser capaces de “fidelizar” todo este talento en un entorno en el que la demanda va a ser cada vez mayor.

“La respuesta del país y de las grandes empresas ha mostrado una resilienci­a fantástica y este ha sido el examen de graduación”, concluyó Álvarez. “Lo que nos queda es usabilidad entendida en el sentido amplio que tiene que ver con esa adopción y formación y es donde deberíamos centrar nuestros esfuerzos”, apuntó.

El uso de la nube debe hacerse de manera eficiente y con un suministro 100% renovable

Hay que formar a la plantilla y fomentar el interés en las carreras técnicas

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Francisco Bermúdez.
 ??  ?? De izquierda a derecha, en la fila superior, Marimar Jiménez, redactora de tecnología de CincoDías; Francisco Bermúdez, CEO de Capgemini España, e Ignacio Álvarez, CIO de Banco Santander. En la fila inferior, Enrique Blanco, CTIO de Telefónica; Carlos Buenosvino­s, director general del Seat:Code; Valero Marín, CIO y CDO de Repsol, y Arantza Ezpeleta, directora general de tecnología e innovación de Acciona.
De izquierda a derecha, en la fila superior, Marimar Jiménez, redactora de tecnología de CincoDías; Francisco Bermúdez, CEO de Capgemini España, e Ignacio Álvarez, CIO de Banco Santander. En la fila inferior, Enrique Blanco, CTIO de Telefónica; Carlos Buenosvino­s, director general del Seat:Code; Valero Marín, CIO y CDO de Repsol, y Arantza Ezpeleta, directora general de tecnología e innovación de Acciona.
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