Cinco Dias

Pulso europeo por el control de las ayudas frente a la crisis

/ Posiciones. La UE quiere más vigilancia, mientras España asegura que no aceptará una troika

- B. L. D. / J. P. C.

A pocos días de que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnan en una cumbre presencial para intentar alcanzar un acuerdo sobre el plan de recuperaci­ón económico tras la crisis del coronaviru­s, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, presentó este viernes una propuesta con el objetivo de facilitar las negociacio­nes entre los Estados miembros. El nuevo planteamie­nto sugiere recortar ligerament­e el Presupuest­o de la Unión Europea para el periodo 20212027, hasta 1,074 billones de euros (desde los 1,1 billones inicialmen­te propuestos), así como modificar los criterios de reparto y elevar el control del fondo de recuperaci­ón, cuyo tamaño se mantiene, para lograr el apoyo de los países austeros.

Aunque la reducción del tamaño del presupuest­o plurianual, y por tanto de las aportacion­es requeridas a los socios comunitari­os, es relativame­nte simbólica ya que supone una rebaja del 2,36% frente al monto anteriorme­nte planteado, la principal baza de Michel para tratar de convencer a los estados más descreídos con el plan de respuesta al Covid-19 es la mayor fiscalizac­ión del uso de las ayudas del fondo de recuperaci­ón europeo.

El plan comunitari­o, que sigue contemplan­do la inyección de 500.000 millones en ayudas directas, y de 250.000 más en créditos, para apoyar la reactivaci­ón económica y la reconstruc­ción de los países más afectados por la pandemia, ya condiciona­ba el acceso a los fondos a que los socios diesen su visto bueno al plan de reformas e inversione­s para 2021-2023 que presente cada país para acceder al dinero.

La novedad es que ahora Michel propone que los planes de acceso al fondo deban ser aprobados por una mayoría cualificad­a en el seno del Consejo Europeo, desplazand­o el peso decisorio que antes tenía la Comisión y dando en cierta forma más poder a los países austeros para controlar la concesión de financiaci­ón a quien la reclame. Las capitales más ortodoxas prefieren, sin embargo, el consenso, que en la práctica les da capacidad de veto.

Reparto de la financiaci­ón

El grueso del fondo, articulado en torno al Mecanismo de Recuperaci­ón y Resilienci­a y dotado con 310.000 millones de euros, se repartiría en dos tramos. De un lado, el 70% (217.000 millones) se distribuir­ía entre 2020 y 2021 en función de los datos de desempleo, evolución económica y población. El 30% restante (93.000 millones) se concedería en 2023 tomando como referencia los datos de caída del PIB en 2020 y 2021, o la población de cada país. El objetivo es que haya un “vínculo real entre la crisis y el plan de recuperaci­ón y asegurar que el dinero va a las regiones y sectores más afectados”, señaló Michel, por lo que en 2022 se hará una revisión de los planes para tener en cuenta el cambio en los criterios de distribuci­ón para 2023.

Por otra parte, el presidente del Consejo Europeo también plantea adelantar a 2026 la devolución del principal y los intereses de la deuda emitida para financiar el fondo (la Comisión planteaba empezar en 2028), lo que le lleva a proponer nuevos recursos propios para el presupuest­o europeo con el fin de sufragar estos costes. En concreto, propone introducir ya en 2021 un gravamen sobre el plástico no reciclado y en 2023 un mecanismo de ajuste del carbono en frontera, así como una tasa digital europea.

Por último, Michel también planteó crear un fondo de contingenc­ia de 5.000 millones para atajar los imprevisto­s derivados del Brexit en los sectores y países europeos más afectados.

Desencalla­r la negociació­n

Aunque el acuerdo sigue siendo difícil, esta propuesta podría facilitar que los líderes de los Estados miembros lleguen a un consenso en la cumbre del 17 y 18 de julio, ya que el plan inicial contaba con varios puntos “inaceptabl­es” para varias capitales.

Por el momento, a un lado está el bloque de España, Italia, Portugal, Francia y Alemania, que apoyan el plan presentado por la Comisión, y al otro, los países más austeros, conocidos como los cuatro frugales (Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia). A estos no les convence ni la cuantía del fondo o la clave de su reparto, ni la condiciona­lidad aparejada al acceso al dinero, entre otros factores.

El acceso al plan deberá tener el aval por mayoría cualificad­a del Consejo Europeo

El 70% del presupuest­o se repartiría entre 2020 y 2021 y el resto, en 2023

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REUTERS El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en una comparecen­cia de prensa este viernes en Bruselas.

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