Los comicios refuerzan al gran barón del PP e invisibilizan a Podemos
Las elecciones autonómicas celebradas en Galicia este domingo dan a luz a un Parlamento regional con solo tres partidos políticos, lo que distancia con fuerza a la región de la tendencia nacional hacia la creciente atomización del Congreso de los Diputados, pero también arroja algunas tendencias que tendrán su eco en el panorama político del conjunto del país. La principal es que consagra a su ganador indiscutible, un Alberto Núñez Feijóo que iguala el récord de cuatro mayorías absolutas que logró en su día el histórico Manuel Fraga, como el gran barón autonómico del Partido Popular.
Un éxito del ramo moderado del partido encarnado en un candidato que ha hecho campaña centrando la cartelería en su imagen personal, y omitiendo el logo del partido al que representa, en un momento en el que el PP nacional que dirige Pablo Casado pugna por recuperar los votos transferidos a Vox endureciendo su mensaje. Factores que prometen alimentar la figura de Feijóo como contrapeso interno y posible candidato a disputar en el futuro la presidencia del Gobierno. De momento, el gallego se ha limitado a avanzar que esta será su última legislatura al frente de la Xunta.
En paralelo, los comicios dejan al PSOE gallego estancando en un momento en el que Ferraz mide en todo
Feijóo hizo campaña con un discurso moderado sin usar el logo del partido
momento cuál es la digestión que la ciudadanía está haciendo de su gestión de la crisis del coronavirus desde el Palacio de La Moncloa.
A falta de conocer su diagnóstico, el resultado resulta inevitablemente agrio para sus socios del Gobierno central, Unidas Podemos, a los que las urnas han invisibilizado en Galicia. Las disputas internas y escisiones de las antaño potentes confluencias regionales han terminado por pasar factura a la formación morada en la región pese a que en la campaña se han involucrado personalmente desde la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al vicepresidente segundo del Gobierno, y líder del partido, Pablo Iglesias.
Finalmente, los comicios refuerzan de nuevo a los regionalistas, que pasan de cuarta fuerza a liderar la oposición en Galicia mientras en Cataluña se da vueltas ya al calendario electoral.
Iglesias y Díaz se habían implicado personalmente en la campaña autonómica