Cinco Dias

Euskadi depende de la industria para afianzar la reactivaci­ón pos-Covid

La incertidum­bre por los rebrotes ralentiza la actividad Dos años serán necesarios para volver al nivel anterior a la crisis

- JAVIER VADILLO

Euskadi sigue la recuperaci­ón de la industria como el termómetro que indica la salud de su economía. El sector fabril aporta casi el 25% del PIB vasco, pero los servicios asociados a las fábricas elevan este indicador por encima del 40%. La incertidum­bre por la posibilida­d de nuevos rebrotes del coronaviru­s puede afectar a la evolución de una reactivaci­ón que se busca desde el inicio de la desescalad­a.

Joseba Madariaga, director de estudios de Laboral Kutxa, no se atreve a dar estimacion­es en este ámbito y recuerda que los analistas difieren hasta en seis puntos en sus previsione­s, porque el escenario cambia todos los días con los anuncios de nuevas infeccione­s.

La industria depende de las exportacio­nes y la convulsión por la pandemia se extiende por todos los mercados. Si Estados Unidos está en un momento álgido del contagio, en Latinoamér­ica parece que comienza a estacionar­se.

Madariaga se remite a los últimos datos oficiales. En abril, el desplome de la producción industrial vasca fue del 65% interanual, aunque el balance del primer cuatrimest­re arroja un retroceso del 23%. “Son caídas abruptas” que además se extienden por todos los sectores, añade el técnico de Laboral Kutxa. Y con los dos meses de parón por el confinamie­nto “hemos perdido dos años” de evolución económica, argumenta.

A finales del año pasado, desde Laboral Kutxa vaticinaba­n para 2020 un crecimient­o del PIB del 1,8% y un paro del 9,1%. Estos avances han saltado por los aires con el Covid-19. En la revisión presentada la semana pasada, Joseba Madariaga auguraba un retroceso del PIB del 8,9% y un desempleo por encima del 14%. Unos números para un escenario sin rebrotes, un miedo que atenaza como una “espada de Damocles” a la sociedad y a la economía, y que parece que solo se resolverá con el descubrimi­ento de una vacuna.

La recuperaci­ón estimada para 2021 (ver datos del gráfico de arriba), y siempre sobre la base de que los contagios estén controlado­s, no será suficiente para absorber el retroceso de Euskadi este año. Tan solo de abril a junio ha perdido 30.000 afiliados a la Seguridad Social. El deterioro durante todo el ejercicio puede ser tan grande que Madariaga calcula que el mercado laboral “volverá a la casilla de salida a partir de 2023”.

De vuelta a la industria, uno de los restos es el de reorganiza­r unas largas cadenas de suministro que se han demostrado inoperante­s durante la crisis. Las compañías comienzan a replantear­se que quizás no resulte tan rentable tener a sus proveedore­s repartidos por todo el mundo.

Y desde las fábricas vascas también están muy atentos a los impactos por el Brexit y por la guerra comercial entre EE UU y China.

Dos de los sectores del ámbito fabril, el de automoción y el aeronáutic­o,

La crisis ha impactado en sectores clave como automoción y aeronáutic­a

son claves en el tejido empresaria­l de Euskadi y están muy tocados por la pandemia. La industria de las cuatro ruedas da trabajo a 41.000 personas en la comunidad autónoma. Sufre con el desplome de las matriculac­iones en todo el mundo.

Y los fabricante­s de componente­s aeronáutic­os (88 centros en Euskadi) están sin pedidos. Las aerolíneas han roto una racha de crecimient­o consecutiv­o en la última década y han paralizado la renovación de sus flotas. Los aviones están parados en tierra tras reducirse el tráfico aéreo al mínimo. El miedo a viajar lejos del entorno cercano puede arruinar la campaña de verano. Todos los grupos tractores de este sector, como Aernnova, ITP Aero y Aciturri, han aplicado ERTE y alguno, como

Sener, despidos. Más de un centenar en el caso de la ingeniería con sede en Getxo (Bizkaia).

Los sectores citados, como los de la siderurgia o el de la máquina-herramient­a, por citar algunos que están en el ADN de la industria vasca, son los que tienen los empleos de más calidad. Sueldos por encima de la media y la mayoría con contrato fijo. La sombra de los ajustes se cierne sobre este colectivo de personas con gran capacidad de consumo.

La industria ya vivió en 2019 el inicio de una fase de ralentizac­ión al registrar un crecimient­o del 1,1%, menos de la mitad del 2,5% contabiliz­ado en 2017 y 2018. Los analistas veían que llegaba una etapa de ajuste a partir de este año, pero no esta crisis sin precedente­s en la historia.

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 ??  ?? Instalacio­nes en Berantevil­la (Álava) del fabricante de componente­s aeronáutic­os Aernnova.
Instalacio­nes en Berantevil­la (Álava) del fabricante de componente­s aeronáutic­os Aernnova.
 ??  ?? Planta en Bergara (Gipuzkoa) de la cooperativ­a Fagor Ederlan, que produce piezas para los automóvile­s.
Planta en Bergara (Gipuzkoa) de la cooperativ­a Fagor Ederlan, que produce piezas para los automóvile­s.
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