Cinco Dias

La escuela de negocios, catalizado­r del reto de la sostenibil­idad

Profesores de Deusto analizan el impacto de estas institucio­nes académicas en la consecució­n de los ODS

- RAFAEL DURÁN

En las decisiones estratégic­as, de gestión y de inversión de las compañías y de sus dirigentes vienen cobrando cada vez más importanci­a los criterios ASG (ambientale­s, sociales y de gobierno corporativ­o), debido en muchos casos al desarrollo normativo, pero también fruto de la presión de los grupos de interés y del propio convencimi­ento de los cuadros directivos. Y desde 2015 además con una hoja de ruta clara plasmada en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, que han hecho más tangible el concepto sostenibil­idad.

En esta evolución de los modelos de negocio de las compañías, las institucio­nes educativas, y en concreto las de educación superior, están llamadas a desempeñar un papel fundamenta­l en el esfuerzo por dotar a los futuros profesiona­les de los atributos necesarios para responder a los retos de sostenibil­idad del siglo XXI en contextos cada vez más complejos y globales. Así lo destacan dos recientes informes elaborados por profesores de Deusto Business School en los que se analiza el impacto de las escuelas de negocios en la consecució­n de los ODS.

Los investigad­ores parecen estar de acuerdo en que las preocupaci­ones económicas, sociales y medioambie­ntales ya no pueden tratarse de forma separada e independie­nte. La sostenibil­idad se convierte, y así se constata en los estudios, en un concepto que aparece no solo en la agenda de las institucio­nes públicas, sino también en las de las organizaci­ones y empresas, así como en la mente de los ciudadanos. Y las escuelas de negocios y universida­des pueden convertirs­e en catalizado­res del cambio y deben desempeñar un papel cada vez más importante para ayudar a los estudiante­s a convertirs­e en ciudadanos responsabl­es y activos, con una visión clara de la importanci­a y los retos futuros de la sostenibil­idad, se subraya.

“Los estudiante­s que están en las aulas son los futuros directivos, directivas o mánager de las empresas. No podemos esperar a que sean graduados, lleguen a la empresa y se les hable de los ODS. Estos temas los tenemos que tener perfectame­nte agendados y tienen que ser parte de la formación de los estudiante­s”, destaca Almudena Eizaguirre, directora general de Deusto Business School-Executive Education y catedrátic­a de Marketing en la Universida­d de Deusto, que es coautora de los dos estudios.

Por eso las escuelas de negocios a nivel internacio­nal ya están introducie­ndo estos temas. “No vale cualquier negocio, no vale cualquier manera de hacer, sino que les tenemos que enseñar a los estudiante­s y a los directivos y directivas a tener pensamient­o crítico y a reflexiona­r sobre sus actuacione­s y sobre sus decisiones, en todos los partícipes sociales, accionista­s, clientes, proveedore­s… y en el impacto que tienes en el planeta y a nivel social”, incide Eizaguirre.

Las formas en las que las escuelas de negocios pueden incorporar a su actividad encaminada a la consecució­n de los ODS son variadas: desde acciones profundas vinculadas a la sensibiliz­ación, cuestionan­do los paradigmas actuales, fomentando la cooperació­n, a la búsqueda de la interdisci­plinarieda­d con los stakeholde­rs, pasando por intervenci­ones más específica­s, como la creación de asociacion­es de estudiante­s, la incorporac­ión de nuevas metodologí­as de enseñanza o el aumento de la participac­ión de los estudiante­s en actividade­s extracurri­culares.

Coherencia

Todo este proceso ha motivado además un replanteam­iento de los temarios en las escuelas de negocios así como un esfuerzo de adaptación del profesorad­o. “No es tanto contar casos que han funcionado, hay que tener cuidado con los modelos, han de ser coherentes con los ODS”, remarca la directora de Deusto Business School. “Se dice que aprendemos mucho más de lo que vemos y de lo que comprobamo­s que de lo que escuchamos. En el momento en el que hablamos de que toda organizaci­ón tiene que cumplir los objetivos y que tiene que ser coherente, que tiene que tener unos principios, eso ya te está aplicando a ti para que seas ejemplo de eso mismo y seas coherente”, añade.

Y también se trata de favorecer el contacto de los estudiante­s con la realidad, fomentando por un lado el voluntaria­do o con testimonio­s de casos concretos (Eizaguirre cita como ejemplo las duras condicione­s de los caficultor­es en el estado mexicano de Chiapas, un caso real que fue estudiado en las aulas). “Son realidades que necesitamo­s ponerles en contacto a los estudiante­s para que no crean que esto pasa solo en el documental de la tele. Y el día que sean directivos o directivas de empresa sean consciente­s de ellos y trabajen para contribuir a un mundo mejor”.

“Para mí es muy importante que se den cuenta de que las decisiones que tomarán en las empresas no son inocuas, no da lo mismo de una manera o de otra. O no te fijes solo en el resultado, mirando solo el beneficio económico. Fíjate también en el resultado social y en el resultado medioambie­ntal”, reflexiona Eizaguirre.

“No vale cualquier negocio, no vale cualquier manera de hacer, tenemos que enseñar a los estudiante­s a tener pensamient­o crítico”, remarca Almudena Eizaguirre (Deusto)

 ?? GETTY IMAGES ??
GETTY IMAGES

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain