Cambio de paradigma
Durante muchos años, el paradigma imperante en la educación de las escuelas de negocios ha sido el neoclásico, basado en una concepción egoísta del ser humano. En el mundo empresarial significa que el objetivo de la empresa es maximizar el valor económico para los accionistas. Este paradigma ha convivido con determinadas externalidades negativas a lo largo de las décadas, como la contaminación ambiental o las crecientes desigualdades en la distribución de la renta entre las personas, que son precisamente parte de los problemas que los ODS pretenden abordar.
Por ello, en los últimos años ha surgido la crítica al modelo dominante. Por un lado, el capital financiero ya no es el factor más relevante dentro de las organizaciones (capital humano, recursos naturales, capital social) y es necesario considerar a todos los grupos de interés que se ven afectados por la organización. Además, y en contra de la concepción egoísta del ser humano, nuevas voces abogan por una concepción más humanista del individuo, entendiendo que el ser humano es social, moral, libre y digno.
La formación en las escuelas de negocios es especialmente relevante, ya que dependiendo de los paradigmas, teorías, modelos, competencias y valores que promuevan y enseñen, los egresados universitarios construirán un tipo de organización u otra, que generará un tipo u otro de impacto en la sociedad.