Unánime repulsa política y empresarial a la escalada de violencia en Barcelona
Los empresarios y comerciantes de Barcelona aprecian en los disturbios ocurridos en la noche del sábado –que afectaron a una comisaría de la Guardia Urbana y la quema de una furgoneta del cuerpo con un agente dentro– “un salto cualitativo en los altercados registrados hasta ahora” y “un riesgo de que el país se nos vaya de las manos”.
Los disturbios han originado una oleada de repulsa en todas las fuerzas políticas catalanas y nacionales debido a la gravedad de los hechos que protagonizaron los violentos.
El candidato del PSC a la presidendia de la Generalitar, Salvador Illa, advirtió ayer que quien no condene explícitamente la violencia. Y dijo que quien no dé apoyo a los Mossos d’Esquadra, así como al resto de fuerzas y cuerpos de seguridad, “está inhabilitado para gobernar”. Por su parte, el vicesecretario nacional de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, calificó de “terrorismo callejero” lo sucedido y exigió al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que convoque “de urgencia” la Junta de Seguridad de Cataluña.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, condenó el ataque y mostró su “rechazo más absoluto, la condena más firme y rotunda a los actos de violencia”. Y expresó su apoyo a los agentes de la Guardia Urbana que, junto con los Mossos, actuaron rápidamente para contrarrestar la violencia, “que podría haber acabado en una desgracia”.
Incluso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a través de Twitter quiso dejar patente su rechazo a la escalada de tensión en la Ciudad Condal. “Inaceptables los actos de vandalismo y violencia que está sufriendo esta noche Barcelona. Todo nuestro apoyo a la Guardia Urbana, Mossos y agentes de Policía”, afirmó.