Fondos gestionados por mujeres
Recientemente, la empresa de análisis, noticias e información de fondos Citywire publicaba el estudio Alpha
Female Report 2020, que contabiliza el porcentaje sobre el total de fondos de inversión disponibles en el mercado en los que la gestora líder es una mujer o el equipo de gestión está formado principalmente por mujeres. El informe señalaba lo que pudiera esperarse en este sector tradicionalmente dominado por hombres, y es que estas son todavía un porcentaje minoritario: el 15% sobre un total de 25.000 fondos analizados.
Respecto a España, sale muy bien parada en términos relativos y, según el estudio, sería el líder en Europa, con un 22% de fondos con elevada presencia femenina. Esto no resulta sorprendente, ya que esta es la percepción que se tiene en el sector y lo que se observa en otras áreas diferentes a las de la pura gestión de inversiones en los mercados financieros, aunque aún quedaría bastante camino por recorrer. Con la próxima entrada en vigor de la regulación europea ASG (criterios ambientales, sociales y de gobernanza), denominada SFDR, el aspecto de la “G” supondrá, entre otras cosas, mayor presión respecto a incrementar la diversidad cultural, racial y sexual en las organizaciones.
Una pregunta que puede resultar incómoda, pero que surge de forma inevitable, es cuál es el desempeño por término medio de los fondos liderados por mujeres respecto a los gestionados por hombres. Desde un punto de vista empírico, los pocos estudios que existen y nuestra propia recolección y análisis apuntan a que el desempeño y resultados son similares si no algo segados a favor del género femenino. El análisis apuntaría también a que los gestionados solo por hombres tienden a destacar u ocupar más las colas de distribución de rentabilidades (los extremos de exceso y defecto de rentabilidad), o dicho más sencillo, los más rentables y los que más pérdidas sufren, en términos absolutos y relativos. En tanto, los gestionados por mujeres tienen comportamientos más equilibrados y consistentes, así como más cercanos a las medias y los índices de referencia, pero con un sesgo positivo.