Pellets Asturias El combustible de emisiones neutras renace en el Principado
La empresa fabrica 40.000 toneladas de pellets al año utilizando residuos forestales de la zona Se ha convertido en un ejemplo de aprovechamiento al máximo de los recursos y de la economía circular
“No es rentable ir al monte a buscar biomasa. Al monte hay que ir a buscar madera”. Así lo afirma Luis García, gerente de Pellets Asturias. “Todo lo que sobra, lo aprovechamos nosotros”. Esta empresa produce 40.000 toneladas de pellets de pino al año para uso doméstico desde su fábrica en Santa Eulalia de Tineo, un pueblo de 87 habitantes rodeado por los bosques del suroccidente del Principado.
“Para su fabricación empleamos el serrín y la astilla que se desechan en las industrias de primera transformación de la madera”, explica García. “También utilizamos subproductos de podas y talas, como los troncos de árboles que no tienen valor para uso maderero”. Estos últimos sirven de combustible para alimentar la caldera.
Porque en Pellets Asturias, empresa integrada en la compañía cántabra Inversiones Grupo Saiz, la eficiencia energética es fundamental, como lo es el aprovechamiento máximo de la materia prima. Un modelo de negocio enfocado hacia una economía circular y un crecimiento con horizonte sostenible completan las líneas que marcan el presente y el futuro de esta compañía. Hablamos de un biocombustible sólido para calefacción de emisión neutra de CO2.
El clima es el que manda
“Entre un invierno normal y uno duro puede haber un 30% de diferencia de consumo”, sostiene García. “También tenemos que convencer a nuestros clientes para que lo saquen en verano con alguna oferta”.
A pesar de las dificultades de un sector donde cualquier variación climática puede alterar “una barbaridad”. “La demanda en el mercado nacional de este combustible vegetal sigue creciendo y también nuestro negocio”, afirma García. Pellets Asturias factura nueve millones de euros anuales y las previsiones son optimistas, aunque los inicios “fueron muy complicados”, recuerda el gerente. “Era un producto muy desconocido en España”, añade.
Modelo austriaco
En 2010, un grupo de empresarios de la industria maderera de Asturias acudió a Austria para descubrir las nuevas tendencias en biomasa y aprovechamiento forestal. “En aquel momento en España la fabricación de pellets era algo relativamente nuevo”, cuenta. “En Europa llevaba muchos años”.
Ese mismo año, estas cinco pequeñas empresas crearon Pellets Asturias como sociedad limitada, con una inversión inicial de 10 millones de euros. “Ahora hay 13 millones invertidos”, comenta el directivo.
La compañía ha recibido diferentes subvenciones desde su fundación por parte de la Consejería de Medio Rural con fondos europeos. Han supuesto, según el gerente, el 30% de la inversión en desarrollo industrial. En cifras: 233.834 euros para la mejora de las condiciones ambientales, 197.266 euros para los procesos de producción y 322.230 para la ampliación de las instalaciones. La sociedad cuenta con una parcela de 20.000 m2 en el polígono La Curiscada, donde trabajan sus 17 empleados.
Reutilizamos un producto desechado de otra fabricación y, salvo la ceniza que emite la caldera, no generamos ningún residuo Luis García
GERENTE DE PELLETS ASTURIAS SL
Reciclaje absoluto
Anualmente, en la fábrica de Pellets Asturias entran camiones cargados con 100.000 toneladas de serrines, astillas, apea de monte y troncos descartados para el aserrado, entre otros residuos forestales. Este cargamento pasa por
los diferentes procesos en esta factoría donde prácticamente todo está automatizado y nunca se detiene. La fábrica trabaja 24 horas todos los días del año.
Descortezado y astillado, distintos cribados y secados de la madera, prensado, ensacado y transporte. El reciclaje de la materia prima es total. “Hasta el calor residual de la caldera lo utilizamos para generar electricidad”, apunta García.
Un mercado 100% nacional
Pellets Asturias apuesta por un único producto, el pellet doméstico de máxima calidad (A1, con doble certificación NPlus y DinPlus). Se trata del de mayor poder calorífico y el de menor residuo de cenizas (el 0,5% de su masa). Este producto se vende en sacos de 15 kilos a un precio que ronda los 4 euros. Supone el 80% de sus ventas.
¿Sus clientes? Suministradores de combustibles para calefacción, grandes superficies como Leroy Merlin o Bricomart, estaciones de servicio… En palabras del gerente de la compañía, “el uso se está generalizando, se encuentra en cualquier lado”. El 20% restante de la producción está destinada a la venta a granel y en grandes sacos de 1.100 kilos. Todo se comercializa en España, donde “la competencia crece”, indica.
Empresas como Gupellet, Ribpellet y Biomasas Forestales de Galicia, con capacidades de producción parecidas, son rivales para la compañía asturiana en un sector español donde “los portugueses compiten muy bien por sus precios bajos”. Así lo considera el gerente de Pellets Asturias, que espera poder incrementar su producción a 60.000 toneladas anuales. “Estamos a la expectativa de cómo evolucione el mercado”, concluye García.
Apuesta por un único producto: el pellet doméstico de máxima calidad