Esto no es ciencia ficción
▶ Liderazgo. Estados Unidos y China son, de largo, los países más avanzados en IA y robótica. “Ambos llevan recopilando una cantidad ingente de datos desde hace años, tienen una mano de obra muy cualificada y Gobiernos que han visto en la inteligencia artificial una apuesta estratégica”, destaca Climent (Asho).
▶ Ventajas. Los expertos coinciden en las grandes posibilidades que ofrece el análisis de datos, como la reducción en los tiempos de espera, la prevención de enfermedades o su detección precoz, los diagnósticos por imagen o la impresión 3D de prótesis personalizadas.
▶ Inconvenientes.
El alto coste humano y material de las tecnologías de IA, la falta de profesionales con conocimiento práctico de su uso en salud o “la recopilación y utilización poco ética de los datos de salud o los algoritmos de ‘caja negra’ que no pueden ser entendidos por los humanos”, advierte Luaces (Hospital Clínico San Carlos).
▶ Futuribles. Cada vez será más frecuente el uso de smart wearables (dispositivos portátiles inteligentes), equipados con sistemas de alertas que estarán conectados con el médico de cabecera. Permitirán detectar y analizar información sobre nuestro estado de salud y harán más eficiente al sistema sanitario, reducirán los tiempos de espera y, en general, mejorarán la calidad de vida de los usuarios.