Santander capta 2.000 millones en deuda sénior preferente a dos años
Dos días después desfilar por la pasarela de resultados, Santander no quiso dejar pasar la ocasión para cumplir con la normativa que exige a cada entidad un volumen mínimo de instrumentos susceptibles de absorber pérdidas en caso de resolución (MREL, por sus siglas en inglés). La entidad que preside Ana Botín levantó ayer 2.000 millones en deuda sénior preferente. A diferencia de operaciones anteriores en esta ocasión la duración se limitó a los dos años para reducir el precio en un momento en el que las rentabilidades de la deuda están dejando atrás los mínimos registrados a finales de 2020. La operación partía con un diferencial de 55 puntos básicos sobre el euríbor a tres meses y se cerró con un spread de 43 puntos.
Aunque el vencimiento ha sido menor, el interés de los inversores no se ha visto mermado. En un momento en el que el mercado de capitales permanece paralizado por las limitaciones de empresas y bancos de captar recursos en plena temporada de resultados, la reducida oferta contribuye a que las operaciones tengan una buena acogida. Las órdenes de compra superaron los 2.500 millones de euros.
Santander, Crédit Agricole, Nomura y UniCredit fueron los bancos colocadores encargados de llevar a buen puerto la emisión. Como se ha constatado en la mayor parte de las operaciones efectuadas en los últimos meses, los esfuerzos llevados a cabo por BME y la CNMV para atraer emisores no son suficientes. Los bonos cotizarán en el mercado luxemburgués.
En los primeros meses del año las entidades españolas y europeas han aprovechado para refinanciar y seguir ampliando sus colchones anticrisis.