Ante la incertidumbre económica, flexibilidad
Medidas que se aplicaron durante la pandemia, como el teletrabajo, han llegado para quedarse en un entorno marcado por la volatilidad
VDirector de marketing y producto de Edenred España ivimos tiempos de incertidumbre en los que planificar a medio plazo se antoja misión imposible. Primero la pandemia, después la falta de suministros, ahora la guerra en Ucrania, el encarecimiento de la energía… Nos movemos en escenarios enormemente volátiles, en los que si algo está claro es que debemos acostumbrarnos a convivir con la incertidumbre.
El llamado entorno VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad por sus siglas en inglés) genera proyectos temporales y trabajos estacionales que hay que afrontar con una formación constante. Todo esto ha de convivir con expectativas profesionales cada vez más exigentes, particulares, personales e intransferibles.
A nivel laboral, la flexibilidad va a ser determinante para que las personas nos adaptemos a situaciones cambiantes. Las medidas relacionadas con esta materia, intensificadas durante la pandemia, como el teletrabajo, han venido para quedarse. Y es que el trabajo en remoto no es solo una medida de conciliación gestionada por los departamentos de recursos humanos, sino que también se trata de una cuestión de negocio, que funciona como palanca de atracción de talento, sin ningún tipo de dudas.
Precisamente, uno de los ejes de la reforma laboral, en vigor desde el 30 de marzo, consiste en intensificar internamente la flexibilidad, mediante el paradigma de regulación basado en flexiseguridad. Este concepto busca una combinación lo más equilibrada posible entre flexibilidad y estabilidad en el empleo. No obstante, esto es solo la punta del iceberg de una circunstancia que ya es inherente a la velocidad a la que avanza el mundo.
En cuestiones laborales y tecnológicas, la legislación va a ir siempre por detrás de la realidad, pero es algo con lo que las empresas van a tener que convivir. La evolución del trabajo no puede estar condicionada a la normativa, ya que la ley es generalmente consecuencia de los cambios en el ámbito profesional y no causa de los mismos.
Sin embargo, la flexibilidad no hace referencia exclusivamente al teletrabajo. Las empresas que apuestan por las personas (algo que cada vez más organizaciones dicen de sí mismas) deben también asumir su naturaleza imperfecta e imprevisible. El empleado hoy en día tiene sus propias expectativas, ambiciones y necesidades, que además son cambiantes y sensibles al contexto. Habrá trabajadores que necesiten más tiempo libre durante su jornada laboral para hacer frente al estrés de alguna forma. Otros querrán destinar parte de su salario a financiar la escuela infantil de sus hijos o el transporte. También hay empleados que tendrán en su lista de prioridades la libertad horaria para poder acudir al gimnasio o apuntarse a clases de inglés. Todas estas situaciones hacen de la retribución flexible un elemento a tener en cuenta durante los próximos años.
Cada persona necesita hacer compatible su vida personal con la profesional, aunque para ello no hay una ley que contemple todas y cada una de sus expectativas. Es por ello que estamos ante un fenómeno imparable que va a marcar el futuro (y ya está marcando el presente) del mundo profesional.
Las empresas necesitan reformar su manera de interactuar con los empleados y hacerlo de forma eficiente. El trabajador tiene que estar en el centro del negocio y su felicidad pasa a ser un activo empresarial importante. No hay que olvidar que el buen ambiente laboral repercute de manera positiva en la productividad y que un mayor conocimiento de las necesidades de los empleados está directamente relacionado con un incremento de su compromiso con la organización.
Por ello, estamos convencidos de que hay mucho trabajo por hacer en la adecuación del mundo de la empresa al momento actual, que tantos sobresaltos nos está dando. Debemos mantener el foco en los empleados, que son quienes nos ayudan a impulsar la actividad del negocio. permacrisis
Las empresas necesitan reformar su manera de interactuar con los empleados y hacerlo de forma eficiente