El BMW Serie 7 se suma a la tendencia de la electrificación
La gran berlina de lujo estrena la generación más tecnológica de su historia, con unas plazas traseras que recuerdan a toda una sala de cine
BMW ha entrado en la era eléctrica por la puerta de los SUV pero, tras los iX3 e iX, el BMW i4 ha abierto camino en su segmento clásico, el de las berlinas. Y ahora, el nuevo Serie 7 se presenta como la punta de lanza tecnológica de la marca, combinando versiones térmicas y electrificadas.
La declaración de intenciones, eso sí, está clara: en su lanzamiento en Europa, previsto para diciembre, estará disponible únicamente como vehículo eléctrico. Más tarde, ya en 2023, se sumarán una versión diésel y dos híbridas enchufables.
El primero, denominado i7 xDrive60, tiene tracción integral y dos motores que entregan 544 CV (400 kW). Acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y su velocidad máxima es de 240 km/h, prestaciones notables teniendo en cuenta que es un modelo de casi 5,4 metros de longitud y bastante pesado.
Está alimentado por una batería de 101,7 kWh de capacidad gracias a la que homologa una autonomía entre 590 y 625 kilómetros. Puede soportar cargas rápidas de hasta 195 kW, con las que en 10 minutos suma 170 kilómetros de rango adicional.
La motorización de acceso será el diésel microhíbrido (etiqueta Eco) 740d xDrive, de 300 CV y 650 Nm, y por encima estarán los dos híbridos enchufables 750e xDrive y M760e xDrive de 490 CV y 571 CV, respectivamente, con más de 80 kilómetros de autonomía eléctrica y etiqueta Cero, aunque no se ha concretado la capacidad de su batería.
Elegante y tecnológico
Todas las versiones comparten renovada imagen, que perfila la elegante silueta característica del modelo con un frontal más distinguido gracias al peculiar formato de faros divididos que escoltan a la reconocible parrilla de doble riñón. Es posible optar por una pintura bitono y las llantas, entre 19 y 22 pulgadas de diámetro, terminan de conferirle su imponente presencia.
Lo más importante en una berlina de lujo de esta categoría, sin embargo, radica en su interior, donde hace gala de los materiales de alta calidad acordes al segmento y, sobre todo, presenta una configuración en la que la tecnología es protagonista.
Muestra de ello es el conjunto del puesto de conducción, que combina un cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas con una pantalla central de 14,9 pulgadas y un completo head-up display. Pero sobre todo destaca el alarde en las plazas traseras. Los ocupantes disfrutan de la BMW Theatre Screen, una pantalla táctil de 31,3 pulgadas que se despliega desde el techo, creando una suerte de sala de cine, y se puede controlar el sistema multimedia con los paneles táctiles de 5,5 pulgadas situados en las puertas.
Como guinda, su dotación tecnológica le permite tener un Nivel 3 de autonomía gracias a sistemas como los asistentes de aparcamiento, el mantenimiento de carril, el reconocimiento de semáforos, el avisador de colisión frontal...