La crisis logística en Asia congela las ventas de Adidas y recorta un 13% su beneficio
La compañía asume un impacto de 400 millones por los cierres en China y Vietnam También enfría sus estimaciones para el ejercicio
El atasco logístico que se sucede desde hace meses en Asia, acentuado en el primer trimestre de este año por los cierres decretados en China y Vietnam para contener las nuevas variantes del Covid-19, han pasado factura a Adidas durante el inicio de su año fiscal.
El fabricante alemán de ropa y material deportivo sufrió una contracción del 13,6% en su beneficio neto entre enero y marzo, hasta los 482 millones de euros. Además, sus ventas apenas se incrementaron un 0,6% durante ese mismo periodo, hasta 5.302 millones, al asumir un impacto de 400 millones sobre sus ventas debido a los mencionados problemas logísticos. Estos, que prometen continuar durante los próximos meses, neutralizaron el crecimiento que la compañía experimentó en los mercados occidentales, del orden del 13% en Norteamérica, del 9% en Europa, Oriente Medio y África, y del 38% en Latinoamérica.
“La demanda por nuestros productos fue sólida en todos nuestros mercados de Occidente. Esperemos que este buen rendimiento continúe durante el resto del año”, valoró en un comunicado el consejero delegado de Adidas, Kasper Rorsted. En el mercado de Asia Pacífico espera “volver a crecer en el segundo trimestre, aunque esperamos que las complejas condiciones del mercado en China continental continúen”, apuntó el ejecutivo. En este, las ventas se hundieron un 28,4% en el trimestre, y un 16% en el resto del mercado asiático.
Una situación que, además, provocó una caída del margen de casi dos puntos porcentuales, hasta el 49,9%, “debido a los incrementos significativos en costes de suministro y transporte”.
Esto ha provocado un recorte de las previsiones en esta variable para el conjunto del ejercicio, pese a que Adidas ha comenzado a subir precios de forma “selectiva”. Ahora estima un margen del 50,7%, cuando antes contemplaba llegar al 52%.
Adidas también ha enfriado sus previsiones de crecimiento para el ejercicio 2022, “debido a los numerosos factores externos que continúan afectando a la demanda y el suministro de toda la industria”. A inicios de este año, la multinacional estimaba una horquilla de crecimiento de ingresos de entre el 11% y el 13% anual. Ahora esa estimación se sitúa en la parte baja de esos porcentajes.