A distancia también se puede
En el curso 2019-2020, 108.532 alumnos se matricularon en grados de formación profesional a distancia en España. De ellos, el 40% lo hicieron en centros privados, que han encontrado en la alternativa online otro nicho en el que comercializar sus cursos. “¿Qué clase de país queremos ser si formamos a nuestros futuros sanitarios, por ejemplo, a distancia? ¿Qué calidad de profesionales queremos?”, se cuestiona Rodrigo Plaza, responsable de FP de la Federación de Enseñanza de CC OO, que cuestiona abiertamente la calidad de esta formación a distancia. “Al final, la titulación que recibes es la misma, pero haciéndola a distancia lo que en muchos casos se está haciendo es prácticamente pagar por el título. Tenemos casos de personas que, suspendiendo en un centro público, se matricularon a distancia y aprobaron a la primera. Parece que la flexibilidad de la distancia se extiende a la hora de conceder resultados”, denuncia. Luis García Domínguez, presidente de FPEmpresa, desconoce la existencia de estos casos, pero reconoce que “no hay suficiente músculo en la inspección educativa” para hacer el seguimiento y asegurar que todas las formaciones cumplan los mismos requisitos. Además, añade, la FP es una formación eminentemente práctica y con elementos presenciales “insustituibles”.
No comparte la opinión Francisco López, director de FP de la Universidad Europea, que asegura que existen herramientas digitales preparadas para que un estudiante pueda desarrollar sus competencias profesionales en un entorno virtual y de calidad. “No tengo ninguna duda de que los estudios de FP pueden impartirse en modalidad a distancia asegurando que los estudiantes adquieren las competencias profesionales necesarias”, concluye López.