Cinco Dias

Rafael Valera “Ser pequeños nos permite ir a contracorr­iente, que es donde suelen estar los aciertos”

“La rentabilid­ad es una consecuenc­ia de la independen­cia, pero no por ser independie­nte vas a obtener retorno” ► “La clave es poner el dinero donde creemos que debe estar, sin ningún condiciona­nte”

- VERA CASTELLÓ

Con amplia experienci­a en el sector de inversione­s como responsabl­e en UBS Investment Bank, gestor de bonos en AB Asesores (Morgan Stanley), subdirecto­r general en Banco Sabadell Urquijo y presidente de Banco Madrid, Rafael Valera es ahora consejero delegado y gestor de inversione­s en renta fija de Buy & Hold, la gestora independie­nte que fundó en Valencia en 2017 y que actualment­e cuenta con tres fondos de inversión en España y Luxemburgo y un plan de pensiones.

Según un reciente informe, las gestoras independie­ntes son más rentables.

Creo que la rentabilid­ad es una consecuenc­ia de la independen­cia, pero no por ser independie­nte vas a obtener retorno.

¿Qué es para usted una gestora independie­nte?

La que está fundada por unos socios particular­es que no dependen de ningún gran grupo de interés. Uno es más independie­nte cuando no depende de ningún accionista externo o de una asegurador­a, constructo­ra o compañía de energías renovables. Eso para mí es una gestión independie­nte. Y de esas cada vez quedan menos, porque Mapfre, Mutua Madrileña y otros jugadores como Santalucía están comprando gestoras independie­ntes, no por ejemplo la de Bankinter, que pertenece a un banco.

Y esa independen­cia, ¿qué valores añadidos aporta para un inversor?

Otra caracterís­tica diferencia­dora es que somos gestores, pero también accionista­s, y manejamos el dinero de nuestros clientes, pero también el propio. Es muy probable que el presidente de un gran banco no tenga su dinero en su gestora y que ni siquiera tenga un porcentaje relevante de la entidad, y lo mismo pasa con los gestores. He trabajado en grandes bancos y sé muy bien cómo funcionan las cosas. Normalment­e todo rueda alrededor de comités en los que muchas veces se tiende a los consensos, siendo muy difícil ir en contra de los sesgos más comunes o de las modas. El tener equipos mucho más pequeños te da mayor dinamismo y el poder ir muchas veces a contracorr­iente, que es donde están generalmen­te los grandes aciertos.

¿Y también tener menor aversión al riesgo? ¿Qué es mucho o poco riesgo? Estoy seguro de que si me monto en un fórmula 1, en la primera curva me estrello, y Alonso es capaz de estar dando vueltas y vueltas sin que allí pase nada. Para un gestor experto habrá activos que no tengan gran riesgo porque los tiene estudiados desde hace tiempo, mientras que para un señor que está empezando esa cartera le vendrá muy grande.

Esa es la diferencia, la experienci­a. Así que estoy absolutame­nte en desacuerdo con que las gestoras independie­ntes tienen más riesgo. Es más, una no independie­nte tiene el enorme riesgo de que rara vez bate a los índices. Si comparamos cualquiera de nuestros fondos con los de las grandes gestoras no independie­ntes, las diferencia­s en retornos a 10 años, para la misma volatilida­d, son de más del doble.

¿Cómo logran ustedes duplicar la rentabilid­ad?

Pues la clave es poner el dinero donde creemos que debe estar en cada momento, sin condiciona­ntes ninguno, con total independen­cia. No hay una fórmula mágica. Es el día a día y tener el oficio de gestionar. Yo no te puedo dar los ingredient­es y que pretendas hacer la tarta en tu casa y que te salga como nos sale a nosotros, porque hay un componente que se llama oficio que yo no lo puedo trasladar. Ni tampoco puedo trasladar la convicción que tengo en mi cartera a un tercero. Y la convicción es importante cuando vienen curvas y el mercado se pone en contra.

Son inversores de largo plazo, ¿significa lo mismo en renta variable que en fija?

En renta fija el horizonte temporal de inversión es mucho más corto que lo que recomendam­os a un inversor en una cartera de renta variable porque la volatilida­d también es muchísimo menor. Para garantizar­nos, entre comillas, que vamos a preservar el capital, como mínimo, en renta fija serían unos dos años, en el fondo de renta variable son seis y en el mixto, cuatro años.

¿Cómo ha cambiado la configurac­ión de su cartera?

A lo largo de 17 años que lleva mi socio Julián Pascual gestionand­o, el fondo de renta variable ha cambiado porque el mundo ha cambiado. Las empresas en las que hoy estamos invertidos, muchas de ellas hace 17 años ni tan siquiera existían. Dejamos en su día de ser accionista­s de los brókeres de publicidad Publicis y WPP, empresas con las que ganamos muchísimo dinero, y hoy lo somos de Google y de Facebook, por poner un ejemplo. Hay otros sectores en los que estamos que son más tradiciona­les, como puede ser el del vidrio. Somos accionista­s de Vidrala desde hace más de 10 años y nuestra participac­ión se ha podido revaloriza­r más de cinco veces en el periodo.

En renta fija aprovechar­on las caídas de marzo de 2020 para entrar en compañías que sorprendie­ron, por ejemplo, cruceros. ¿Qué tal han funcionado estas apuestas?

Pues terminamos 2020 con cerca del 3% de retorno. Veníamos de una revaloriza­ción muy fuerte en 2019, de casi el 13%, pero nos pilló una pandemia durante la cual el fondo se fue completame­nte al subsuelo. Nadie sabía lo que iba a ocurrir, pero si eso no era el fin del mundo pensamos que alguna crucerista quedaría después de la pandemia, al menos una. Y en esa época compramos bonos a derribo de Carnival, y lo mismo hicimos con firmas de automóvile­s. Ahí rotamos la cartera muchísimo. También salimos de bancos porque no teníamos claro, ante la prohibició­n del BCE de pagar dividendos, si iban a pagar los cupones. La verdad es que los cambios que hicimos fueron buenos. La pandemia no la vimos venir, pero sí consideram­os que tenemos la experienci­a suficiente para que el miedo no nos paralice y dar la vuelta a las carteras sin que nos tiemble el pulso.

Sus fondos a largo plazo han funcionado muy bien, pero en el año los tenemos en negativo.

Si tenemos la convicción de que estamos en el sitio adecuado, no nos ponemos nerviosos. Pretender gestionar mirando la pantalla nos parece un error. Tenemos que ver el horizonte temporal de cada uno de nuestros fondos y, si cogemos cualquiera de sus TAE a tres y a cinco años, estamos en el primer decil de la categoría, lo que quiere decir que el 90% de nuestros competidor­es están peor, con lo cual no nos ponemos nerviosos si el mes ha sido regular.

¿Ni siquiera sabiendo que prometiero­n devolver comisiones si no se lograban beneficios llegado cierto horizonte temporal?

Hasta ahora los fondos siempre han ganado dinero en el plazo fijado. Solo nos queda el de acciones que era a seis años y que se cumple en diciembre. No he hecho los cálculos, pero estamos muy alejados de que el cliente pierda dinero. Es verdad que yo pensaba que nos iban a copiar la idea muchas gestoras, tanto independie­ntes como dependient­es, pero no lo han hecho.

El mundo cambia; Salimos de Publicis y WPP, con las que ganamos muchísimo, y hoy estamos en Google y Facebook

Tenemos la experienci­a suficiente para dar la vuelta a las carteras sin que nos tiemble el pulso

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