Renault prevé separar su negocio de coches eléctricos de los de combustión en 2023
La compañía abrió un periodo de consultas con los sindicatos para tratar el asunto Francia será el centro del negocio del coche eléctrico
El fabricante francés de vehículos Renault ha abierto un periodo de consultas con los representantes sindicales sobre sus planes para crear dos entidades separadas, que podrían agrupar cada una a más de 10.000 empleados, y que estarían especializadas en coches eléctricos, por un lado, y en los térmicos e híbridos, por el otro.
“Es un proyecto. No hay nada decidido”, subrayó este viernes una portavoz de Renault a Efe, que señaló que está previsto continuar con esta reflexión para hacer una presentación detallada en el llamado Capital Market Day que tendrá lugar en el próximo otoño. La portavoz hizo hincapié en que, como ya había señalado el consejero delegado, Luca de Meo, “todas las posibilidades están abiertas”, incluida la hipótesis que ha circulado en las últimas semanas de una salida a Bolsa de la división de vehículos eléctricos. La idea es que las dos nuevas entidades puedan ser una realidad para “mediados de 2023”.
Estas dos estructuras seguirían formando parte de Renault y fuera de ellas continuarían una gran parte del negocio de la empresa y la mayor parte de sus 160.000 trabajadores repartidos por todo el mundo. En un comunicado publicado en su página web el jueves, pero al que no quiso dar la difusión habitual, el grupo francés ha recordado que esa reflexión es una continuación de lo anunciado el pasado 18 de febrero y que la razón de ser es que “tiene fuertes ambiciones” en la tecnología de los vehículos eléctricos.
Su intención es que la marca Renault en Europa únicamente comercialice coches eléctricos en 2030. Sobre la organización, se trataría de crear de una parte una entidad de vehículos eléctricos y de los programas informáticos asociados (software) que estaría concentrada en Francia, ya que la compañía ha decidido que por el momento la producción de los principales componentes de la cadena de valor y de la movilidad eléctrica estará únicamente en ese país. Esta estructura “autónoma” estaría dotada de un modelo de negocio “adaptado a las especificidades” del coche eléctrico.
La segunda entidad, para los térmicos e híbridos, reuniría actividades de motores y transmisiones fuera de Francia con el objetivo declarado de “reforzar el potencial de sus tecnologías, pero también de contribuir al desarrollo de carburantes con bajas emisiones”.